Una delegación de jóvenes argentinos de distintas organizaciones viajó sin fecha de retorno a la frontera de Polonia con Ucrania desde Israel. El objetivo es otorgar todo tipo de ayuda a los más necesitados como tareas educativas.
En diálogo con la agencia AJN, la voluntaria Daniela Rapp afirmó desde Lvov: “Estamos a un par de kilómetros de la frontera en sí misma, en un Centro de Ayuda Humanitaria. Vinimos a conocer el lugar y a ver cómo podíamos colaborar. Nos estamos dedicando en actividades lúdicas para los niños y las niñas que están acá”.
Y agregó: “Llegamos acá como parte de una delegación que depende de la Organización Sionista Mundial. Cuando hace tres semanas empezó este conflicto, conversando con personas dentro del Movimiento en el que trabajo, dije que teníamos que hacer algo. Estamos educando para un cambio, para la justicia social y el humanismo, y hacia el diálogo. En paralelo se fue armando toda esta delegación y me ofrecí para venir como voluntaria. Agradezco que me hayan dado este lugar, para poder estar acá, para dar este mensaje”.
Esta actividad es una del plan del gobierno de Naftali Bennett y su cancillería para contener a los refugiados ucranianos. Entre otras cosas, se destacan centros de ayuda para ellos en la frontera occidental, 614 nuevos inmigrantes en Israel desde Ucrania y un hospital de campaña en tierra ucraniana.
Por su parte, la educación no formal de los voluntarios se basa en jugar al fútbol, contar cuentos a los más chicos y otras actividades. El calor humano de los argentinos es para aportar un poco de calma en medio de la angustia de los padres, la inseguridad a futuro y la realidad.