El 7 de octubre, Laura Blajman-Kadar era una de las jóvenes que bailaba en el Festival Nova, cerca de la frontera con la Franja de Gaza.
Ese día no sabía que se iba a transformar en una de las sobrevivientes de uno de los ataques terroristas más brutales de la historia de Israel. Logró sobrevivir escondiéndose con su esposo y siete amigos.
Desde entonces, son todavía 132 los rehenes que permanecen privados de su libertad en Gaza. Es por esto que, al ser invitada a la alfombra roja de la apertura del Festival de Cannes, Laura decidió aprovechar esa plataforma de visibilidad para pedir por su liberación.
Decidió asistir con un vestido amarillo decorado con los rostros de los rehenes, además de una banda negra que decía «TRÁIGANLOS A CASA».
Desde el 7 de octubre, Blajman-Kadar trabaja en distintas campañas de concientización en Francia sobre el ataque sobre territorio israelí. Incluso publicó un libro en el que relata su experiencia durante el ataque, llamado Creer en la vida.
La presencia de Laura se da en una edición del Festival de Cannes con poca presencia israelí. Se proyectará una sola película, en este caso un cortometraje dirigido por una estudiante de cine llamada Amit Vaknin.
No es por colores, es luchando con un fusil. El progresismo viene después. Él esta ahí, los soldados muriendo por él en jabalia.