El presidente israelí Isaac Herzog se dirigió al servicio de oración principal que celebra la fiesta judía etíope de Sigd, en el paseo Armon Hanatziv de Jerusalén. Allí agradeció a los dignatarios de la comunidad judía etíope la invitación para abrir la ceremonia.
Así comenzó su discurso: «Al conmemorar las décadas desde que Israel se movilizó para traer a los judíos de Etiopía, en camino a la Tierra de Israel, esta es también una oportunidad para subrayar un hecho importante. La historia de la aliá de los judíos etíopes no es una historia pasiva sino una historia de valentía y esfuerzos activos».
Y prosiguió: «Nuestra misión nacional, para la mejor integración posible de los judíos etíopes en su tierra, no ha terminado. No es sólo un deber, es un tremendo privilegio, porque todos vemos la inmensa contribución de los inmigrantes de Etiopía allá donde miremos».
«Los anhelos del pasado son en gran parte el fundamento de este día santo. Pero es importante que no descuidemos ni por un momento nuestros anhelos del futuro. Miles de personas siguen esperando para hacer aliá a Israel, y algunas de ellas están amenazadas y en una situación preocupante. Debemos seguir actuando para traerlos a Israel rápidamente», señaló el mandatario.
Finalmente, Herzog les deseó a todos unas felices fiestas y dijo: «La fiesta de Sigd es en mi opinión una fiesta de victoria. Una fiesta nacional que renueva el pacto del retorno a Sion y expresa, en gran parte, la realización de un gran sueño. Durante muchos años, en el centro de esta fiesta estuvo su intenso anhelo por la Tierra de Israel, y en primer lugar por Sión».
El Sigd es una festividad religiosa de la comunidad Beta Israel. La misma conmemora la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, y se celebra siete semanas después de Iom Kipur. En julio de 2008, el parlamento israelí la reconoció como una de las festividades del Estado de Israel.
“El pueblo judío y la sociedad israelí tienen mucho que aprender de la riqueza y la profunda conexión que trajo la ola de inmigración de Etiopía, mucho que aprender en el espíritu de «el estudio lleva a la acción» [Talmud de Babilonia, Kiddushin 40b]. Y esta responsabilidad recae sobre todos nosotros, como pueblo y como Estado. No debemos olvidar ni por un instante nuestras raíces; debemos estar orgullosos de ellas y cuidar siempre de que crezcan nuevos y benditos frutos. Gracias a todos, y Jag Sameaj», cerró Herzog.