Yaakov Nahmias fue el director de una investigación que consiguió hacer funcionar un modelo de corazón a partir de células madre. Hasta este momento, solo se habían logrado reproducir artificialmente las células del músculo cardíaco, pero en este último estudio, se construyeron todas las estructuras clave, como el endocardio, las aurículas, los ventrículos y el endocardio.
Nahmias trabaja en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y luego de que la investigación se publicara en la revista Nature Biomedical Engineering, afirmó que al poder “hacer este corazón en el laboratorio, pudimos ponerle sensores que nos dijeron cómo funciona y obtener una idea de la fisiología del corazón humano”.
Esta información no habría podido ser obtenida en estudios con animales, porque su sistema cardíaco es siempre muy distinto al humano.
El corazón diseñado por los científicos israelíes mide cerca de medio milímetro, es decir, un tercio de un grano de arroz. Uno de los principales descubrimientos fue que la actividad metabólica del corazón cambia muy rápido.
“No se supone que el metabolismo sea tan rápido. Pensamos en los cambios del metabolismo cuando comes, que suceden en horas, tal vez minutos. No debería cambiar en milisegundos”, explicó Nahmias.
El tamaño del organoide es muy beneficioso para la eficacia de las investigaciones, porque permite realizar pruebas paralelas en miles de modelos a la vez.
Investigación médica en Israel… siempre un paso adelante en el mundo ….Genios!!!