Historia de la comunidad judía en Panamá

Un Embraer EMB 110 similar a la aeronave de accidente. Foto: Rafael Luiz Canossa. Wikipedia - CC BY-SA 2.0

Si bien criptojudíos procedentes de la península ibérica han vivido en Panamá desde comienzos del siglo XVI,​ no existió una comunidad judía establecida que haya practicado abiertamente su religión probablemente hasta el siglo XIX. Judíos, tanto sefardíes como ashkenazis, empiezan a emigrar a Panamá en cantidades importantes a mediados del siglo XIX, atraídos por alicientes económicos tales como la construcción del ferrocarril bioceánico y la fiebre del oro en California.​

Eric Arturo Delvalle. Foto: Wikipedia – Dominio Público

Otras olas migratorias importantes ocurrieron durante la Primera Guerra Mundial, la desintegración del Imperio Otomano, antes y después de la Segunda Guerra Mundial desde Europa, expulsión desde países musulmanes en 1948 y más recientemente desde países sudamericanos que sufrieron crisis económicas. Aproximadamente unos 10,000 judíos viven en Panamá. Actualmente, la vibrante comunidad judía está concentrada en la ciudad de Panamá, y se encuentra plenamente integrada a la sociedad panameña. A diferencia de otros países, los judíos panameños participan activamente en el comercio, gobierno, en funciones cívicas y diplomáticas.​ Exceptuando a Israel, Panamá es el único país del mundo que ha tenido dos presidentes judíos en el siglo XX: don Max DelValle y don Eric Arturo Delvalle.

Por casi quinientos años, Panamá ha sido una estación de tránsito. Mucho antes de la construcción del Canal de Panamá a comienzos del siglo xx, mercaderes y misioneros, aventureros y bandidos atravesaron los puertos y ciénagas de Panamá para ir del Océano Atlántico al Pacífico o viceversa.

Si bien descendientes de los anusim, o criptojudíos procedentes de la península ibérica que han vivido en Panamá desde comienzos del siglo XVI, no existió allá una comunidad judía que haya practicado abiertamente su religión hasta que pasaron siglos. Judíos, tanto sefaradí (judeoespañoles) como asquenazí (judeoalemanes), comenzaron a arribar a Panamá en cantidades importantes, recién a mediados del siglo XIX, atraídos por alicientes económicos tales como la construcción del ferrocarril bioceánico y la fiebre del oro en California.

Les siguieron otras olas inmigratorias: durante la Primera Guerra Mundial procedentes del Imperio otomano en desintegración; antes y después de la Segunda Guerra Mundial desde Europa; desde países árabes debido al éxodo provocado en 1948; y más recientemente desde países sudamericanos que sufrieron crisis económicas. Todos ellos contribuyeron a la diversidad de la población judía en el Panamá actual.

El centro de la vida judía en Panamá está en la Ciudad de Panamá, aunque históricamente pequeños grupos de judíos se asentaron en otras ciudades, como Colón, David, Chitré, Las Tablas (desde finales del siglo XVII), La Chorrera, Santiago de Veraguas y Bocas del Toro. Aquellas comunidades fueron desapareciendo a medida que las familias se fueron trasladando a la capital en procura de educación para sus hijos y por razones económicas. Con unas casi 15.000 almas, la comunidad judía constituye una fuerte presencia en el país pese a su relativamente reducida demografía en relación con la cantidad total de habitantes (cuatro millones).

Los judíos panameños también tienen su historia peculiar de participación en el gobierno y en funciones cívicas y diplomáticas. Panamá es el único país del mundo a excepción de Israel que ha tenido dos presidentes judíos en el siglo veinte. En los años de 1960, Max Delvalle fue primero vicepresidente y luego presidente de la República. Delvalle es famoso por su discurso presidencial inaugural, en el cual dijo: “Hoy hay dos presidentes judíos en el mundo, que son el presidente del Estado de Israel y yo mismo”. Su sobrino, Eric Arturo Delvalle, fue presidente de la República entre 1985 y 1988. Los dos eran miembros de la sinagoga Kol Shearit Israel y estaban involucrados en la vida judía.

Terrorismo en Panamá

El 19 de julio de 1994, un suicida musulmán de la presunta organización Ansar Allah (“Los seguidores de Alá” o “Los leales a Alá”) derriba el vuelo 901 de Alas Chiricanas en el que fallecieron 21 panameños, entre ellos 12 empresarios judíos. Si bien el caso no se ha resuelto totalmente, es probable que el objetivo fueran los empresarios judíos que iban en este vuelo. No se sabe con certeza quiénes se encontraban detrás de esta organización, ya que la organización parece ser falsa o, por lo menos, haber existido como un grupo de fachada para esconder a los verdaderos perpetradores.

A pesar de su baja población musulmana, Panamá, al unirse en 2015 a la coalición internacional liderada por EE. UU contra el ISIS, está posiblemente en riesgo de alguna clase de terrorismo islámico u operaciones de estos grupos.​ En general, diversas fuentes aseguran que los países de América Latina serían un blanco fácil y son vulnerables a servir de corredor para organizaciones islamistas.

Vuelo 901 de Alas Chiricanas

El vuelo 901 de Alas Chiricanas fue un trayecto de la aeronave Embraer EMB 110 Bandeirante destruida por un terrorista suicida poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Enrique Adolfo Jiménez, cerca de Colón, en Panamá, en la noche del 19 de julio de 1994. Murieron 21 personas, incluyendo 12 empresarios judíos. Es considerado como el peor acto terrorista registrado en Panamá.

Poco después del atentado, una organización con el nombre de Ansar Allah (“Los seguidores de Dios”), emitió un comunicado expresando su autoría, y afirmando que el ataque fue una operación suicida. Más tarde se determinó que no existía la organización. Las autoridades panameñas realizaron detenciones en relación con el atentado, pero el caso quedó sin resolver.

Hechos

A las 5:10 p.m. del 19 de julio de 1994 partió del Aeropuerto Enrique A. Jiménez, en France Field, Ciudad de Colón, con destino a Ciudad de Panamá, la aeronave HP-1202AC, un bimotor turbohélice Bandeirante modelo EMB 10 fabricado por la empresa brasileña Embraer y propiedad de la compañía Alas. La nave era pilotada por el capitán Edmundo Delgado, oficial activo del Servicio Aéreo Nacional (SAN) y estudiante de derecho de la Universidad de Panamá. ​

A bordo del Embraer iban 21 personas (18 pasajeros y 3 tripulantes). 12 de los ocupantes eran empresarios de la Zona Libre de Colón, integrantes de la comunidad judía de Panamá. Apenas 10 minutos después del despegue, a las 5:20 p.m. un fogonazo, seguido por una fuerte explosión, se vio y se sintió sobre las montañas de Santa Isabel, en la provincia de Colón.

Primeramente, se pensó que era un accidente, pero las investigaciones determinaron que era un acto terrorista.

Hipótesis de investigación

Cuando se inició la investigación se pensaron en dos hipótesis, que esa era una fractura entre los Carteles de Narcotraficantes colombianos de la época o que el atentado había sido producto de un ataque terrorista por parte de algún grupo radical islámico e iba dirigido indiscriminadamente a la comunidad judía.

Posible relación con el caso AMIA

Se investigó una posible relación en el Atentado a la AMIA por autoridades argentinas con el caso panameño debido que la organización Ansar Allah se adjudicó ambos atentados y que el atentado ocurrió después de los hechos trágicos de Buenos Aires.

Ansar Allah

Poco después de que el vuelo se estrellase, una organización con el nombre de Ansar Allah (“Los seguidores de Dios”), emitió un comunicado expresando su apoyo al bombardeo, y afirmando que el ataque había sido una operación suicida cometida por una persona con un nombre árabe. Más tarde, se determinó que no existía la organización.

Grupo Hezbollah

En 2018, el entonces presidente Juan Carlos Varela, en una visita a Israel se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu, y éste le informó que la inteligencia israelí confirmó que el grupo libanés Hezbollah estuvo detrás del atentado en Panamá.

Fuente: Wikipedia

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