La investigación sobre la fuga de los seis presos de la cárcel de máxima seguridad de Gilboa continúa. Ahora se dio a conocer que los reclusos comenzaron a cavar el túnel utilizado para escapar a fines del año pasado. A su vez, el diario Haaretz confirmó que recibieron ayuda de, al menos, otros cinco detenidos que no escaparon junto a ellos.
Los seis fugitivos, dos de los cuales aún están prófugos, escaparon cavando a través del piso de concreto y varillas metálicas en su baño. Asimismo, removieron una losa que conducía a una serie de cavidades en la estructura de la prisión.
Según el informe, los investigadores creen que al menos 11 prisioneros estuvieron involucrados en la excavación del túnel, que comenzó en noviembre de 2020. La agencia de seguridad Shin Bet está interrogando a los cinco presos que habrían ayudado a los fugitivos a excavar.
Se dice que los prisioneros realizaron la excavación con platos y mangos de sartenes. Posteriormente arrojaron la tierra en el sistema de alcantarillado, en los tachos de basura y en los pozos huecos que encontraron en su ala.
Asimismo, se dio a conocer que el guardia que era responsable del mantenimiento del sistema de alcantarillado de la prisión, sabía de bloqueos recientes debido a la arena. Sin embargo, no lo informó a las autoridades penitenciarias.
Los funcionarios de seguridad también sospechan que muchos otros presos sabían de la fuga, según el informe de Haaretz. Incluso había otro recluso que tenía programado participar del escape, pero cambió de opinión a último minuto.
La fuga se considera una de las peores en la historia de Israel. Por este motivo, el servicio penitenciario se enfrenta a importantes críticas a raíz del incidente.
La fuga fue filmada en tiempo real por las cámaras de seguridad, pero nadie las estaba monitoreando en ese instante. Según los informes del sitio de noticias Walla, el guardia en la sala de control se encontraba mirando televisión. Sin embargo, el Canal 12 dio una versión diferente, diciendo que un solo guardia tenía la tarea «imposible» de monitorear docenas de cámaras de seguridad y, por lo tanto, pudo no haber mirado esa cámara en ese momento.
Además, según Walla, los perros guardianes en el patio de la prisión comenzaron a ladrar cuando los detenidos empezaron a salir del túnel fuera de los muros de la prisión. Esto activó un sistema de advertencia en el que las cámaras de seguridad enfocan el área donde los perros están ladrando. Los informes precisan que los prisioneros permanecieron alrededor del agujero durante unos 20 minutos antes de salir a pie, pero el guardia de la sala de control no advirtió el sistema de alerta.