El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió un alto el fuego cuando las delegaciones rusa y ucraniana se reunieron cara a cara en Estambul el martes, reanudando sus conversaciones sobre la invasión rusa.
En un discurso que pronunció al inicio de las negociaciones, Erdogan dijo que el progreso en las conversaciones podría allanar el camino para una reunión entre los líderes de los dos países.
“Creemos que no habrá perdedores en una paz justa. A nadie le interesa prolongar el conflicto. Como miembros de las delegaciones han asumido una responsabilidad histórica. El mundo entero está esperando las buenas nuevas que vendrán de ustedes”, señaló el presidente turco.
Es la primera vez que las delegaciones de los dos países, que llegaron este lunes a Turquía, se reúnen tras varias rondas de conversaciones por videoconferencia. Las delegaciones tienen previsto celebrar dos días de conversaciones en un edificio gubernamental adyacente al palacio otomano del siglo XIX, Dolmabahce, a orillas del Bósforo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, también tenía previsto reunirse el martes con las delegaciones de Ucrania y Rusia.
Las conversaciones anteriores entre las partes, celebradas en persona en Bielorrusia o por video, no lograron avances para poner fin a la guerra de un mes que mató a miles y expulsó a más de 10 millones de ucranianos de sus hogares, incluidos casi 4 millones de su país.
Turquía organizó previamente el 10 de marzo una primera reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores de Ucrania y Rusia luego de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. Esas conversaciones en la ciudad sureña de Antalya no lograron un alto el fuego ni ningún otro progreso visible.
Turquía, que comparte una costa del Mar Negro con Rusia y Ucrania, busca mantener buenas relaciones con ambos y se ha ofrecido a mediar desde el comienzo de la guerra.
Ankara es un aliado tradicional de Kiev y ha suministrado al país drones Bayraktar, que Ucrania ha desplegado en el conflicto. Amén de eso, también busca mantenerse en buenos términos con Rusia, de la que Turquía depende en gran medida para las importaciones de gas y los ingresos del turismo.
Turquía también está trabajando con Francia y Grecia en una “operación humanitaria” para evacuar a las personas de la devastada ciudad portuaria ucraniana de Mariupol, que ha sido golpeada por las fuerzas rusas.