Por Yarden Assraf
Las FDI y el público israelí deben recordar que, como ejército organizado de un país occidental, la confiabilidad de la información difundida en nombre de las FDI no debe verse comprometida en aras de la velocidad.
No hay duda de que en las horas entre la explosión en el hospital Al Ahli y la presentación de pruebas concluyentes de que las FDI no tuvieron nada que ver con el incidente, la opinión pública mundial ya estaba firmemente fijada en la narrativa palestina.
Sin embargo, no es imposible que incluso si las FDI hubieran ofrecido pruebas concluyentes de su inocencia para ese momento, la narrativa palestina ya se había arraigado.
Esto se debe en gran medida a cómo el conflicto palestino-israelí se ha fijado durante décadas en la opinión pública mundial.
Imaginemos que el sistema del portavoz de las FDI se alineara con el ritmo del flujo de información que tuvo lugar el martes por la noche y, como resultado, emitiera una negación total al mismo tiempo que se informaba por primera vez sobre la explosión.
Si al final se revelaba que el ataque fue resultado de la actividad de las FDI; la credibilidad del portavoz de las FDI y probablemente del Ejército y del Estado hubiera vuelto sospechosa, si no completamente menospreciada, durante toda la guerra.
Dicho esto, al final de la guerra, se deberían revisar las expectativas entre el público y el portavoz de las FDI, y entre éste último y el Ejército, con respecto al papel del vocero de las FDI en situaciones de rutina y de emergencia, y la relevancia de su actual configuración en una era en la que las narrativas se moldean y determinan en cuestión de minutos.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Es que eso de incurrir en una contradicción es más o menos lo que ocurrió en el asunto del misil en el aparcamiento del Hospital de Gaza, al parecer alguién cercano a Netanyahu borró un tweet en el que copiaba una información de alguna agencia sobre la autoría de Israel en el Hospital, y justificándolo suponiendo que el Hospital fue utilizado para lanzar cohetes por parte de los terroristas palestinos. Luego sí, oficialmente se demostró que fueron los terroristas, con una conversación telefónica que les grabaron los servicios de inteligencia de Israel, además de vídeos que grabaron el instante exacto del lanzamiento de los cohetes y el posterior fallo de uno de ellos, cohetes que lanzó la Jihad Islámica desde un cementerio cerca del hospital. Pero el daño o la treta de Hamás ya estaba hecha, y luego ni las pruebas flagrantes han logrado convencer a los propalestinos. Eso sin contar que en el pasado este mismo hospital fue utilizado por Hamás como centro de torturas. Sin embargo, inlcuso los propalestinos occidentales prefieren creer las versiones negándolo todo, eso si las pruebas que presente Israel solo les sirven como pruebas para demostrar la culpa de Israel. Por ejemplo, ayer mismo los comunistas españoles continuaban diciendo en YouTube que fue Israel y que murieron 500 palestinos.
Las noticias falsas y las manipulaciones están a la orden del día, que con las redes sociales se difunden rápidamente sin control. Por el antisemitismo Israel tiene todas las de perder como ha ocurrido en este caso. En cualquier caso, sería peor callarse, pero tampoco parece existir un departamento especializado en tratar la difusión de este tipo de informaciones de la mejor manera, o lo que desde hace décadas en occidente utilizan en el mundo institucional y empresarial como un community manager, el único problema de utilizarlos puede ser la pérdida de algo de crédito o que se parezca a un concurso de televisión. Las informaciones oficiales de Israel a menudo son demasiado esparatanas o se sirven en bruto al estilo militar o poco delicado, o muy a menudo el punto de vista o los valores morales de Israel difieren de los de la mayoría en occidente, por ejemplo las FDI publicaron un vídeo en YouTube sobre la masacre con imágenes sin filtrar, incluyendo vídeos sin censura de algunos de los asesinados, esto ocurrió cuando se dudaba de las veracidad de las informaciones de Israel, para mostrarlo a los que quedasen escépticos. La intención era acertada, sin embargo puede que no fuese el mejor método, es preferible que un youtuber israelí, conocido de confianza, diga que vió las imágenes o que estuvo en el lugar de la masacre, pero que no puede mostrar las imágenes más duras.
No mostrar las imágenes duras sin filtrar y en su lugar usar las palabras no siempre suaviza el contar lo que ocurrió, uno de los youtuber israelíes más conocidos es el del canal en español Bacari suelto en Israel, un canal sobre temática religiosa pero que ahora todos los vídeos que publica tratan sobre lo ocurridoy suele meterse en los peores lugares. No ha mostrado imágenes duras ni cadáveres, sin embargo en uno de los vídeos contó algunas de las peores atrocidades que cometieron los terroristas, entre las peores que quemaron vivos a varios civiles después de sacarlos de sus viviendas, tanto que no ha sido publicada ni aun se conoce por los medios.