La embajadora de Estados Unidos en Varsovia, , Georgette Mosbacher, manifestó que el ministro interino de Exteriores, Israel Katz, debería pedir disculpas por sus comentarios de que los polacos “han mamado el antisemitismo con la leche de sus madres”, pronunciados durante una entrevista televisiva.
En esas declaraciones Katz aseguró que Israel no olvidará el Holocausto nazi ni hará ninguna concesión sobre ese asunto.
“Dos aliados cercanos como Israel y Polonia, que por supuesto también son aliados importantes de Estados Unidos, no deberían usar este tipo de retórica”, apuntó Mosbacher, quien destacó que la estrecha alianza entre ambos países exige resolver esa clase de situaciones. “Somos demasiado importantes el uno para el otro, para no resolver estas cosas”.
La exigencia de una disculpa fue precedida de una condena, en un mensaje de Twitter, por parte de Mosbacher sobre los comentarios de Katz. «No hay lugar para comentarios tan ofensivos como la declaración de ayer del Ministro de Exteriores israelí, Israel Katz», afirmó la embajadora estadounidense.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó las declaraciones de Katz de “racistas” y decidió cancelar la presencia de Polonia en la cumbre del Grupo de Visegrado (formado por la República Checa, Hungría, Eslovaquia y la propia Polonia) que iba a celebrarse inicialmente el martes en Jerusalén.
La decisión de Polonia fue apoyada por el resto de los países del Grupo de Visegrado, lo que precipitó la cancelación de la cumbre.