Concluyendo una visita de tres días a Israel y la Autoridad Palestina, el Príncipe William viajó la mañana del jueves al Monte de los Olivos para observar la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Luego visitó la tumba cercana de su bisabuela, la Princesa Alicia, que salvó a judíos en el Holocausto y cuyos últimos deseos fueron enterrar sus restos en la iglesia de Santa María Magdalena, sobre el jardín de Getsemaní, en el Monte de Los Olivos.
El príncipe, se dirigió luego al Monte del Templo y a la Mezquita de al-Aqsa. Puso una nota en el Muro Occidental antes de seguir camino a la Iglesia del Santo Sepulcro.
El miércoles, el príncipe Guillermo visitó el campo de refugiados de Jalazoun en Cisjordania y les dijo a los palestinos que no los habían sido olvidados y que su viaje a Cisjordania fue “muy importante”. ”Ha sido una experiencia muy poderosa conocerlo a usted y a otros palestinos en Cisjordania y escuchar sus historias”, dijo el príncipe en un discurso en una fiesta en el jardín en el Consulado General británico en Jerusalén.
El Duque de Cambridge fue recibido por una guardia de honor en Ramalla mientras volvía su atención a los palestinos en el segundo día de su viaje por Tierra Santa. Es la primera visita oficial al área realizada por un miembro de la familia real.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, hizo un llamamiento al príncipe y al pueblo británico para que apoyen la campaña palestina por la Independencia.
El miércoles pasó el día paseando por el Boulevard Rothschild de Tel Aviv y conociendo a jóvenes artistas y empresarios en la capital cultural y financiera de Israel.
Para el Duque de Cambridge esta visita de alto perfil podría pulir sus credenciales internacionales. Conoció al primer ministro israelí, Biniamín Netanyahu, al presidente Reuven Rivlin y realizó una emocionante visita al monumento conmemorativo del Holocausto en Yad Vashem.