El partido Azul y Blanco (Kajol Labán), dirigido por el ex jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, vence al partido gobernante Likud, del primer ministro, Benjamín Netanyahu, por apenas un escaño, 32 a 31, según una encuesta elaborada por la agencia Kantar y publicada por el canal estatal Kan, a una semana de las elecciones nacionales previstas para el 17 de septiembre.
A pesar del revés, el bloque de partidos de derecha y religiosos crece a 58 escaños frente al bloque de izquierda que lograría 53 diputados.
La Knéset (Parlamento) está conformada por 120 legisladores, por lo que se precisa armar una coalición que supere el número “mágico” de 60 escaños para formar el próximo gobierno.
El partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar) del ex ministro de Defensa, Avigdor Liberman, obtiene nueve escaños. De esta manera, sigue posicionándose en el lugar de «fiel de la balanza» entre los bloques o, dicho de otra forma, en el “hacedor de reyes”.
El partido Yamina (ex Nueva Derecha) obtiene nueve escaños en la encuesta de Kantar, mientras que la agrupación de ultra derecha Otzmá Yehudit (Poder Judío), liderado por Itamar Ben-Gvir, consigue cómodamente cuatro diputados, superando por primera vez el umbral mínimo electoral del 3,25 % del total de los votos emitidos.
Los partidos ultra ortodoxos Judaísmo Unido de la Torá (Iahadut Hatorá) (askenazi) y Shas (sefaradí) tienen proyectado recibir siete escaños cada uno.
La Unión Democrática, una fusión del partido de izquierda Meretz, el ex primer ministro, Ehud Barak, y disidentes laboristas, alcanzaría seis escaños.
El Partido Laborista sigue descendiendo, día tras día, en los sondeos hasta llegar a los cinco escaños.
La Lista [Árabe] se colocaría en el tercer lugar con diez escaños, uno menos que en la encuesta anterior.