Lapid habló con Çavusoglu y agradeció los esfuerzos de coordinación de Ankara con el Estado judío «para proteger la vida de los israelíes frente a las amenazas terroristas de Irán», informó el Ministerio de Exteriores israelí en un comunicado.
A inicios de semana, Israel llamó a todos sus ciudadanos a no viajar a Turquía o regresar «lo antes posible» si ya están en el país ante lo que consideró un «peligro real e inmediato» de ser secuestrados o asesinados a manos de atacantes iraníes.
Según Lapid, la mayor amenaza para los israelíes se da en Estambul, donde aseguró que ya hubo «una serie de intentos de ataques» contra ciudadanos del Estado judío que estaban ahí de vacaciones.
Todo ello se produce tras la eliminación el pasado 22 de mayo del coronel de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní Sayyad Khodaei en Teherán, que el régimen de los ayatollahs atribuyó a Israel.
La Fuerza Quds es la unidad de elite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní para las operaciones en el exterior, y suele actuar contra blancos occidentales e israelíes.
Los jerarcas de Irán prometen a menudo que borrarán a Israel del mapa. Con ese fin, la República Islámica financia, entrena y arma en forma permanente a milicias aliadas para que hostiguen al Estado judío.
El Estado judío considera a Irán su principal enemigo, aboga por actuar con contundencia ante el programa nuclear iraní y ataca de forma intermitente posiciones militares iraníes o de sus milicias aliadas en Siria para repeler su intento de establecer un nuevo frente de guerra en su frontera norte.
Tras años de fricciones y fuerte malestar diplomático, Israel y Turquía comenzaron un proceso para estrechar de nuevo sus lazos este año.
Çavusoglu visitó Israel y se reunió con Lapid el pasado mayo, en la primera visita de un alto cargo turco al Estado judío de los últimos 15 años.
Anteriormente, el presidente israelí, Isaac Herzog, estuvo en Turquía el pasado marzo, donde se reunió con su homólogo, Recep Tayip Erdogan. EFE y Aurora
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