Según informó Exteriores en un comunicado, está previsto que Cohen se reúna con su homólogo bahreiní, Abdulatif al Zayani, y con otros altos cargos gubernamentales, y le acompañará una delegación de empresarios para promover el comercio e inversión bilaterales.
A su vez, «inaugurará oficialmente la residencia permanente de la Embajada de Israel en Manama, y firmará una serie de memorandos de entendimiento» para la cooperación con Bahréin, agregó Exteriores.
Su estancia en este país árabe del Golfo se produce varios días después de que el mismo ministro israelí estuviera envuelto en la polémica por revelar públicamente que se reunió en Italia con Najla Manjoush, ministra de Relaciones Exteriores de Libia, país con el que Israel no tiene relaciones diplomáticas oficiales.
La difusión de esta información generó fuertes protestas en Libia y forzó la destitución de Manjoush, que tuvo que huir a Turquía.
A su vez, la oposición y el aparato de Inteligencia israelíes, así como Estados Unidos, criticaron que Cohen hiciera pública una información tan delicada.
Los críticos consideraron que Cohen debilitó la estrategia para que Israel normalice relaciones con otros países como Arabia Saudita, y remarcaron que fue un paso en falso que generó desconfianza en los Estados árabes y musulmanes que aún no tienen lazos formales con Israel y se podrían plantear tomar medidas adelante en este sentido.
Por otro lado, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ordenó a los ministros de su Gobierno que su oficina deberá ser informada previamente de cualquier reunión o contacto delicado que tengan.
En julio, después de que el ministro de extrema derecha Itamar Ben Gvir visitara el Monte del Templo en Jerusalén – el lugar más sagrado del judaísmo y tercero del islam-, Bahréin pospuso la visita que tenía programada con Cohen. Aurora y EFE