¿El lento ocaso de Netanyahu?

28 mayo, 2019 , , ,
Tzipi Hotovely y Benjamín Netanyahu de pié. Avigdor Liberman sentado Foto: Knéset

El sistema parlamentario israelí es considerablemente representativo; pero como contrapartida extremadamente inestable. Al establecer, en 1920, la Asamblea de Representantes (antecesor de la actual Knéset [Parlamento]), durante el Mandato Británico, los padres fundadores quisieron que estuvieran representadas todas las corrientes del judaísmo. Como resultado, un primer ministro llega excepcionalmente a culminar su mandato de cuatro años. Y debido a que las coaliciones se desmoronan y se reconfiguran fácilmente, la rotación de ministros en un mismo cargo puede ser mayor aún.

Pero nunca se había dado el caso -si es que se cumple la amenaza- de que se disolviera la Knéset, a apenas poco más de un mes de ser votada.  A apenas horas de vencer el plazo, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no ha logrado firmar con ningún partido un acuerdo de coalición. Y eso se debe aparentemente a su decisión casi suicida de dejar las conversaciones para último momento para presionar a sus eventuales socios a que apoyen un proyecto de ley que le garantice inmunidad ante un proceso judicial por tres cargos de corrupción, que dependen del resultado de una audiencia (vista) previa, que el fiscal general, Avichai Mandelblit, accedió postergarle hasta el 2 de octubre.

Pero su principal escollo, es la negociación con el líder  del partido Israel Beitenu, el experimentado legislador Avigdor Liberman, que con sus cinco diputados amenaza negarle a Netanyahu la formación del Gobierno. Liberman se ha posicionado como el paladín de los israelíes seculares frente la creciente influencia de los judíos ultra-ortodoxos (en forma similar, Liberman se había posicionado sin demasiado rédito a favor de una política más dura contra Hamás). Liberman se perfila como posicionado estratégicamente para derribar al Gobierno y si lo logra podría ser el último clavo en el cajón de Netanyahu.

De realizarse nuevas elecciones, Netanyahu las había propuesto para fines de agosto pero Liberman las ha impuesto para el 17 de septiembre para que el primer ministro no tenga tiempo de hacer aprobar la ley de inmunidad antes de la audiencia.

Uno de los líderes del Likud, Gideon Saar, ya ha salido directamente al cruce contra la ley de inmunidad. Otros dirigentes del partido no hablan contra el primer ministro, pero notablemente tampoco han salido a defenderlo. Si es procesado, será muy difícil que pueda gobernar. Tal vez sus correligionarios empiezan a olfatear en el ambiente político que el poder se le está escapando de las manos.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.