A través del acuerdo presidencial número 60-2023, el mandatario dejó sin efecto el nombramiento de Bravo Jaen en el cargo de embajador ante el Gobierno de la República Islámica de Irán, con sede en Teherán, al que había sido designado el 9 de enero de 2020.
Bravo Jaen dirigió la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), afín al Gobierno, entre 2013 y 2016.
Irán es uno de los países que felicitó al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por su reelección en las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, consideradas «ilegítimas» por la mayoría de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos que la tachó de «pantomima».
Ortega es uno de los principales aliados de Irán en Latinoamérica y el 10 de enero de 2012, cuando juró para su tercer mandato y segundo consecutivo de cinco años, respaldó el programa nuclear iraní y pidió a Israel que se «desarme» para evitar un conflicto bélico.
En febrero pasado, los Gobiernos de ambos países firmaron en Managua un memorando sobre cooperación y consultas públicas, durante la visita del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en el país centroamericano.
Esa fue la segunda visita de un representante del Gobierno iraní en Nicaragua desde enero de 2022, cuando Teherán envió a la ceremonia de la última investidura de Ortega como presidente a Mohsen Rezai, uno de los imputados por la Justicia argentina por el atentado de 1994 contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires. EFE
Tal vez sería conveniente profundizar el porqué Ortega dejó sin efecto el nombramiento del embajador designado desde el 2020. Falta «cerrar» la noticia.
tal cual. toda la noticia se centra en el apoyo de nicaragua a iran. y entonces, como se entiende el rechazo del nombramiento!!!
El gobierno de…
¡Qué bonito!, el dictador que cree que Nicaragua es una finca privada suy, le pide a Israel que se desarme. Ese loco, corrupto, tirano, fraudulento, tramposo e ilegítimo presidente, debe ser juzgado por la Corte Penal Internacional.