El antiguo monasterio en una calle residencial de Roma albergó alguna vez a judíos que no querían ser deportados durante la Segunda Guerra Mundial. El Vaticano lo compró en 2021 como dormitorio para monjas extranjeras que estudian en las universidades pontificias de Roma y el edificio ahora está vacío.
El Papa Francisco les pidió a sus asistentes que averigüen cómo se transfirieron 17 millones de euros de las arcas de recaudación de fondos misioneras del Vaticano con sede en Estados Unidos a un vehículo de inversión de impacto que dirige un sacerdote. Tras dos años, el recaudador de fondos avisó que el dinero se fue y el monasterio cerró.
La historia de lo que pasó con esa plata alertó a funcionarios del Vaticano de ambos lados del Atlántico porque las trasferencias parecen legales. Pero esto llevó a reemplazar al personal y la junta directiva que las aprobaron, además de revisar los estatutos para que no pase de nuevo.
Y por ahora, la organización conocida como TPMS-US ha cancelado $ 10.2 millones del total transferido como pérdida ya que “no hay un cronograma ni garantía de retorno de la inversión”, según su último estado financiero auditado. El dinero se transfirió de TPMS-US a una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York, Missio Corp., y su fondo de capital privado, MISIF LLC, ambos creados por el reverendo Andrew Small cuando era director nacional de TPMS.
La gran parte del dinero se transfirió a las nuevas iniciativas de Small en 2021, justo antes de que Small terminara su mandato de 10 años en TPMS-US. Defendió estas transferencias como aprobadas y en el mejor interés de la iglesia y TPMS-US. Sin embargo, redujeron el fondo de dotación de TPMS-US en una cuarta parte y desviaron el recaudado en nombre del Papa de organizaciones benéficas y obras en África, Asia y América Latina.
“La Santa Sede está al tanto de la situación y actualmente está investigando los detalles de los hechos”, dijo el portavoz del Vaticano Matteo Bruni, en un comunicado a la AP. La mayor parte de las transferencias es una inversión de $10,2 millones en MISIF LLC, $7,5 millones de los cuales provinieron de un fondo de dotación de TPMS-US.
Exmonasterio de…
¡Qué grave escándalo! Supongo que el Papa pedirá cuentas a quienes cometieron tal error y les embargará hasta la ropa. No creo que todo eso haya sido hecho sin saber lo que hacían. Es seguro que muchas personas se metieron ese dinero al bolsillo. Los que donan dinero a esa institución religiosa sepan que en el Vaticano suelen ocurrir muchas cosas horribles que deben saberse. No puedo olvidar a la niña que desaparecieron los cardenales. ¿Por qué el Papa no ha exigido una abierta investigación del asunto? Quizá por los muchos esqueletos que saldrían a la luz.