El enviado especial de la Casa Blanca para Negociaciones Internacionales, Jason Greenblatt, llega a Tel Aviv con el fin de impulsar las negociaciones entre israelíes y palestinos, aunque estos últimos ya han informado de que no se reunirán con representantes de Estados Unidos.
«Greenblatt se dirige a Israel según lo planeado para continuar trabajando en los esfuerzos de paz de la Administración», informó el Consulado General de Estados Unidos en Jerusalén, que por el momento no ha informado de la agenda oficial del asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fuentes estadounidenses confirmaron que esta visita solo incluirá encuentros con autoridades israelíes, tras el rechazo de los palestinos a recibirle después de que Trump decidiera reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí su embajada, actualmente en Tel Aviv.
Esta visita debía de coincidir con la del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, pero esta última se ha aplazado hasta mediados de enero.
La Casa Blanca señaló el retraso de la visita (que ya había sido pospuesta varios días) por la votación en el Senado de una reducción de impuestos, pero tiene lugar después de que los palestinos rechazasen recibir a Pence, en respuesta al reciente reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por Trump.
Según el diario Washington Post, el aplazamiento pretende calmar los ánimos en el mundo árabe tras la polémica decisión y el anuncio de que en los próximos años trasladará a esta ciudad la embajada estadounidense, actualmente en Tel Aviv.
Tras el anuncio de Trump, la dirigencia palestina ha decidido rechazar a Washington como mediador para la paz.
La tensión diplomática se ha incrementado después de que la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, vetara en el Consejo de Seguridad una resolución que pedía a su país dar marcha atrás a la decisión sobre Jerusalén, que apoyaron catorce de los quince miembros del organismo.
Los palestinos prevén llevar la resolución a la Asamblea General, que se reunirá este jueves y donde no hay derecho a veto, aunque sus resoluciones no tienen carácter vinculante.
Abás viajará el miércoles a Arabia Saudita para debatir con el rey Salman bin Abdelaziz y el príncipe Mohamad bin Salman las medidas a seguir, y el jueves se reunirá en París con sel presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró un asesor presidencial.
Ahmad Magdalani, alto cargo palestino, anunció también que dos delegaciones palestinas partirán hacia Rusia y China para buscar nuevos patrocinadores internacionales para la paz bajo el liderazgo de la ONU. EFE y Aurora
Tram_poso solo puede provocar guerras…y perderlas.
Las dos caras de la ONU
Resolución sobre la Jerusalén de Trump
Mañana (por hoy) se reúne en sesión extraordinaria ( de emergencia) la Asamblea General de la ONU para considerar un planteo formulado por Yemen y Turquía. Se debatirá sobre un proyecto de resolución de ese cuerpo integrado por 193 miembros que rechace la decisión del presidente Trump formulada el 6 de diciembre sobre Jerusalén, reconociéndola como capital de Israel (incluido Jerusalén Este, ocupada militarmente desde la guerra de los seis días lanzada por Israel en junio de 1967.
El lunes último Estados Unidos ejerció el irritante poder de veto en la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CS): ¿Qué se trataba?: El proyecto de Egipto, que contaba con el apoyo de los otros 14 miembros del CS que adhería al planteo de que “cualquier decisión sobre el estatus de Jerusalén carece de efecto legal”. No era sino ratificar una resolución 478 del CS del 20/08/ 1980 que condenaba la intención de Israel de anexión de Jerusalén Este retenida militarmente desde 1967. Además se les requería a los estados miembros que se abstuvieran de instalar su embajada en Jerusalén. Loo que llama la atención en la decisión de Trump es que su país es miembro del “Cuarteto para la paz en Medio Oriente”. ¿Cuál es uno de los asuntos en análisis y discusión? Pues, nada menos que Jerusalén.
El veto vale, el voto nada.
Finalmente podrá la Asamblea General lograr que una elocuente mayoría de su miembros (aventuro no menos de 160) suscriba una resolución que no tendrá ni pena ni gloria. Sí será una burla al sistema congelado de la ONU, que desde hace 72 años consagró un quinteto de países con asientos permanentes en el Consejo de Seguridad y con sus espada de Damocles: el veto.
Democracia de un solo día
El único lugar donde la democracia impera en las votaciones es en la Asamblea General, pero es la “democracia de un solo día”. En el Consejo de Seguridad se instala un sistema imperial. No muy lejos del sistema imperial que encumbró para sí Donald Trump, el más previsible de los imprevisibles presidentes de EEUU. Y el más peligroso para la Humanidad toda.
CARLOS DUGUECH- Argentina