Joseph Hodara
Los repetidos encuentros y diálogos de Netanyahu y Herzog traducen el deterioro ideológico y político en las filas de un partido que en tiempos que ya se olvidan modeló los primeros pasos de Israel como país soberano. No son necesarias las prendas de un profeta para anticipar que su quiebre se antoja ya insoluble; las banderas que enarboló en tiempos pasados son adoptadas selectivamente por otras agrupaciones y es probable que los conflictos internos que hoy lo abruman culminarán en una escisión irreparable.
¿Cómo explicar estas circunstancias que conducen a suponer que Netanyahu se mantendrá en el poder por largo tiempo a menos que los tribunales o la opinión pública le obliguen a encarar interrogantes en su conducta personal y familiar?
Primero, el deterioro ideológico. La plataforma socialista que orientó al partido Mapai antes y después de la creación de Israel no se ajustó a las nuevas circunstancias que se originaron en el quiebre de la URSS y en el ascenso de la globalización económica mundial. Después de Katzenelson y Ben Gurión, no brotó figura alguna capaz de remozar las directrices de este partido. Por inercia continuó enviando representantes a los certámenes de la internacional socialista sin articular aporte alguno. Y hoy pretende defender los intereses de la clase media israelí con un vocabulario político que ésta apenas comparte.
Segundo, el quiebre del liderazgo. Después de Ben Gurión y Moshé Dayan, ningún líder laborista reveló aptitudes carismáticas dirigidas a renovar las bases ideológicas y la estrategia política del laborismo. Peres y Rabin, por ejemplo, se enredaron en disputas internas, y apenas fueron capaces de lidiar con los gestos teatrales de Beguin que encontraron eco y aplausos en amplios estratos de la población israelí y diaspórica. Y en el presente, las disputas internas entre figuras que apenas ofrecen alternativas a las tendencias en boga se reiteran sin cesar.
Por último, la ignorancia de la gramática nacional-religiosa. El sionismo-socialista predicado por Mapai adhirió a la concepción herzliana favorable a la gestación de un Estado para y de los judíos. Debió en su momento hacer algunas concesiones a agrupaciones que adherían al Estado judío y a la continuación en Israel de la anterior vida en los guettos. Concesiones que se multiplicaron con el tiempo y que hoy se manifiestan en múltiples espacios desde el nacimiento a la muerte del ciudadano judío, desde el calendario al servicio militar, desde el aporte desigual a las ciencias y a la economía hasta la justificación de actos violentos contra minorías indeseables, desde el desprecio a los derechos de la mujer a actitudes hostiles respecto a innovaciones en la diáspora judía. Tendencias dominantes que el Campo sionista apenas comprende o se revela inepto para frenarlas.
De aquí esta conclusión: si Herzog cede a la tentación de convertirse en joven ministro de relaciones exteriores bajo el control y a la sombra de Netanyahu, el declive y la desaparición del Laborismo – como ideología y como fuerza política –se concretarán en muy poco tiempo.
¿Cuál es la alternativa? Persistir como fuerza de oposición con nuevos planteamientos sensibles a los intereses de las clases medias y seculares en Israel sin descuidar a sectores económica y geográficamente marginados y revelando en paralelo sensibilidad a la estructura y aspiraciones de la diáspora judía. Actitud que debe sumar lúcidamente la atención a cambios geopolíticos en el exterior (como la marginalización de los países árabes petroleros, la probable ruptura de la comunidad europea, y el retorno de tendencias aislacionistas en Estados Unidos).
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El declive irrefrenable del laborismo israelí
es curioso que no cite entre las causas el fiasco de los acuerdos de oslo que cubrieron de sangre las calles de israel y los miles de cohetes disparados desde gaza.
esta y no otra es la causa fundamental del hundimiento del laborismo.la negativa obstinada a reconocerlo como lo prueba el acuerdo secreto con mahmud abbas antes de las elecciones.
esto sin hablar de las tendencias pos sionistas en el partido,como lo acaba de denunciar el ex lider del movimiento de kibutziano.
el laborismo morira porque la sociedad israeli va por un lado y ellos por el otro.solo el 13 por cien de los jovenes israelies se identifican con los valores caducos de avoda y meretz.ya estan acabados pero ellos todavia no lo saben.
Exactamente! totalmente de acuerdo!
Hodara,lo que criticas que le pasa al Laborismo con Israel es lo mismo que le pasa a los tipos como vos y el Judaísmo,como ni entienden de que se trata ,ni por donde pasan las cosas ,terminaran desapareciendo sin siquiera darse cuenta,como dijera Raymond Aaron-: en los vaivenes de su historia el Pueblo Judío ha sido siempre una comunidad religiosa-
Ya nos cansaste con que los únicos que «ENTIENDEN DE QUÉ SE TRATA» sos vos y tus amiguitos de la secta Jabad.
Ni Di-os ni nadie los eligió a Uds. para FIJAR «DE QUE SE TRATA» y para autoproclamarse árbitros sobre la forma y el contenido de la identidad judía.
Tu secta incluso ya se arrogó el descaro de «fijar» hace algunos años que el rebe-guru de Jabad es el único y verdadero Mesías…
Y si no se cuidan, van a terminar como los de la secta Lev Tahor en Guatemala.
Sr. Hodara, su reclamo a Herzog es como escupirle al mar, el sionismo de Katzenelson y el socialismo de Ben Gurion degeneró en corrupción y traiciones, desde Golda a Rabin, pasando por Peres y Olmert, cuantos javerim de Mapai terminaron “suicidándose” ???? , culpables de una situación económica que llevo al país al borde de la bancarrota y del desastre político que significa el acuerdo de Oslo. De que Instituciones como la Histadrut y la Kneset y Bank Hapoalim suscribieran contratos espureos para financiar al partido Laborista e hincharse los bolsillos, que lucraron hasta con los más pequeños empleos en la burocracia del Estado que fueron usados por los mafiosos burócratas socialistas incrustados en el partido como moneda a cambio de favores personales o políticos. Hoy la sociedad israelí es más inteligente, está más informada y preparada ya no se la puede engañar y no vende su voto. Hoy disfrutan de la mejor situación económica en la historia de Israel, a pesar que subsisten algunos de los problemas sociales ocasionados por las desastrosas administraciones laboristas, pero ahí vamos, saldremos adelante, llegara el día que todo Israel sienta orgullo y respeto por sus líderes, sionistas honestos y valientes. Y si , si es el fin del partido Laborista manejado por la Mafia ashkenazi, es probable y muy necesario que ese espacio político sea llenado por gente decente, con ideas y propuestas nuevas y que no sean lacayos sometidos económicamente a la zurda radical internacional antijudía.
Sr Hodara Su comentario es casi correcto. La situacion de los partidos politicos de Israel , es mala .
Todos estan pasando momentos criticos . No hay dirigentes Las situaciones en el mundo pasan por
malos momentos Todos . Incluyendo Israel .La ideologia socialista no cambio.
tODOS LOS PARTIDOS EN iSRAEL ATRAVIESAN LUCHAS INTERNAS . lAS NUEVAS GENERACIONES
estan tratando de asumir responsabilidades . Y los cambios vendran , en Avoda y tambien en los otro partidos .Es necesario cambios en las ideologias : cambios economicos , en educacion,sanidad ,defensa ,
social , klitaat alia , relaciones exteriores, dos estados para dos pueblos . etc Todo esto es posible: cuestion
de voluntad, honestidad,patriotismo.Necesitamos ciudadanos capaces que vengan a los partidos a trabajar. Gracia s
El declive de la izquierda moderada o socialistas es generalizado en Europa, desde la caída del Telón de Acero, ya no existen grandes diferencias entre izquierda y derecha, al menos en España, salvo 3-4 aspectos donde las leyes y tratados internacionales permiten competencias, por ejemplo los socialistas añaden algunos supuestos a la ley del aborto entre las protestas de la derecha, la extrema derecha y los ultracatólicos amenazan a las clínicas abortistas, al poco gana la derecha y cancela un par de supuestos entre las manifestaciones de la izquierda, mientras la población parece cada día más inculta e inmoral. También la derecha sigue ganando aun con los continuos escándalos de corrupción, mientras que los comunistas y el nuevo partido Podemos estaba previsto que ganase, pero los medios, periodistas, empresarios, etc. incluso los socialistas, se lanzaron en una campaña del miedo al cambio y consiguieron detenerlos antes de alcanzar el poder. Es difícil para la izquierda ganar seguidores cuando los árbitros están comprados y el campo inclinado. El laborismo israelí esta afectado por la crisis de la izquierda internacional, entre partidos afines se ayudan, sólo esperemos que la alternativa no sea la ultraderecha y neonazis como ya está pasando en países europeos en especial Francia y Austria, que se llamarán nacional-socialistas, pero el socialismo que interpretan es estafar y robar hasta que el cuento se acaba y entonces vete a saber a donde van a parar con toda una secta de enajenados que les votan.