Israel anunció hoy la consecución de un «histórico» acuerdo con el Líbano para demarcar las fronteras marítimas entre ambos países, a la espera de que Beirut confirme públicamente su decisión.
Israel y el Líbano técnicamente están en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas. Ni siquiera cuentan con una divisoria terrestre, sino que están separadas únicamente por una «línea de repliegue» temporal decretada por la ONU en 2000.
Estas son algunas claves para entender la importancia y contexto del acuerdo marítimo entre el Líbano e Israel:
1.- UNA MONTAÑA RUSA
En octubre de 2020, ambos países se sentaron a negociar una cuestión civil por primera vez en casi tres décadas, aunque lo hicieron con mediación de Estados Unidos y Naciones Unidas, sin contacto directo entre las partes.
Sin embargo, el diálogo en la localidad libanesa de Naqoura, en la frontera con Israel, enseguida topó con grandes escollos, incluyendo una decisión del Líbano de prácticamente duplicar de pronto la extensión del territorio que consideraba en disputa, de 860 a 1.430 kilómetros.
El proceso quedó eventualmente suspendido durante más de un año por desacuerdos en las demandas básicas y no se retomó hasta principios de este verano, a raíz del envío de una plataforma de gas por parte de Israel a las aguas disputadas, donde habría potenciales reservas de hidrocarburos.
2.- LOS TEJEMANEJES DE HEZBOLLAH
La posible oposición del poderoso grupo terrorista que mantiene una importante incidencia en el gobierno libanés, suponía a ojos de muchos una de las mayores trabas al éxito de las negociaciones.
El pasado julio, poco después de la reanudación del diálogo, Hezbollah envió tres drones de forma simultánea hacia la plataforma Karish erigida por Israel, que los derribó antes de que alcanzasen su objetivo.
La organización terrorista cuenta con tal poder político en el Líbano que el pasado año logró paralizar el Gabinete de Ministros durante meses, además de controlar, entre otras zonas, la región fronteriza donde está desplegada una misión de paz de Naciones Unidas.
El grupo ha criticado reiteradamente la reconciliación con Israel protagonizada en el último par de años por varios países árabes, a los que acusó de traición por tratar con el «enemigo».
Sin embargo, todo indica que los acuerdos se llevaron adelante, algo que difícilmente podía haber pasado sin su beneplácito, o al menos, anuencia.
3.- UN MOMENTO CRÍTICO POLÍTICAMENTE
Con el grupo liderado por el clérigo Hasan Nasrallah a favor del pacto, no parece que se vayan a desencadenar grandes incidentes de seguridad a raíz de su supuesta firma.
No obstante, el histórico acuerdo llega en momentos críticos en términos políticos: Israel celebra elecciones el próximo 1° de noviembre, con un posible retorno del ex primer ministro Benjamín Netanyahu, y el Parlamento libanés debe votar a un nuevo presidente de la República antes del 31 de octubre.
Todo apunta a que la nación de los cedros se dirige a un nuevo vacío de poder, al no haber un candidato a jefe de Estado con apoyos suficientes y en momentos en que el país está en manos de un Gobierno interino, sin capacidad legal para asumir las funciones del presidente de forma excepcional.
En Israel, la oposición enfrentó al acuerdo. Netanyahu llegó a decir que un potencial gobierno suyo no tendría porque cumplirlo.
4.- UNA MINA DE ORO ANTE LA CRISIS
El Líbano ve la demarcación de sus aguas territoriales y el consecuente acceso a posibles reservas de gas como una vía de salvación ante la grave crisis económica que sufre desde finales de 2019, considerada por el Banco Mundial como una de las peores de la historia reciente.
Además de una fuente de ingresos en momentos en que Europa necesita nuevos proveedores de este bien, un hallazgo podría ayudarle a solventar su propia crisis energética, pues el Estado libanés no puede siquiera proporcionar electricidad a la población desde hace más de un año.
5.- OPTIMISMO ENERGÉTICO
Hoy mismo, una delegación del gigante petrolero francés TotalEnergies se encuentra en Beirut y el Gobierno les ha pedido que inicien «inmediatamente» los trámites para comenzar a explorar frente a las costas, ante la aparente inminencia del acuerdo con Israel.
Los expertos consideran que tendrán que pasar muchos años hasta que el país mediterráneo pueda beneficiarse de las potenciales reservas, de hallarse, y creen que la situación derivada de la crisis económica dificultaría el proceso en gran medida.
De hecho, en los últimos meses, el Líbano ya abrió una nueva ronda de licitaciones para explorar en sus aguas no disputadas, donde hasta el momento no se ha confirmado la existencia de hidrocarburos.
Con información de EFE