Ein Harod “Naked Soul” con la obra de Chaim Soutine

Autoretrato de Soutine 1914

Chaim Atar y tres generaciones de pintores israelíes

El Centro de Arte Ein Harod está presentando con mucho orgullo una emocionante exposición individual titulada “Naked Soul” (Alma Desnuda) del artista Chaim Soutine, uno de los artistas más importantes del siglo XX. Es una exposición que se realiza por primera vez en Israel en 50 años.

Curadores: Yaniv, Suria y Batsheva

Soutine, nacido Jaím Solomónovich Sutín o Jaím Sutsin fue un pintor judío ruso, radicado en Francia y perteneciente a la denominada Escuela de París. Es considerado un “pintor de pintores” y sus obras han allanado el camino para toda una generación que lo vio como una inspiración, no solo en el arte israelí sino también en el arte europeo y americano.

Joven de azul

Su trabajo está en exhibición permanente en el Museo Pompidou de París, el Metropolitano de Nueva York y más y sus únicas exposiciones son bien recibidas por muchos visitantes. En esta exposición se presentan 18 de sus pinturas que han sido recolectadas de museos y colecciones privadas en Israel y en todo el mundo.

Junto a ellas también hay otras de artistas israelíes de tres generaciones cuya obra ha sido notablemente influenciada por Soutine y la exposición individual del artista Chaim Atar, uno de los fundadores del Centro de Arte Ein Harod. Se puede y se debe visitar, hasta marzo del 2020.

Chaim Atar autorretrato 1953

Para esta muestra se unieron tres curadores que lograron reunir las 18 pinturas originales de Soutine y obras de 42 artistas israelíes: la experta Suria Sadekova que llegó de Rusia para ello, Yaniv Shapira director del Museo Ein Harod y Batsheva Goldman-Ida.

La exhibición comienza con la obra de Chaim Atar, la fuerza principal detrás de la creación del Mishkán Ein Harod, en 1937 y termina con Amir Nave, que presenta un trabajo masivo de 2017 titulado “El niño es una bolsa de necesidades”.

Jardín del Museo

Esta muestra en general permitirá a los espectadores que la visiten revelar el arte israelí de tres generaciones junto a la obra de Soutine. Es interesante destacar que Sadekova fue la curadora de la gran y primera exposición de Soutine en el Museo Pushkin realizada hace dos años y que atrajo visitantes en forma masiva.

Niños de Chaim Atar

Chaim Soutine  (1893-1943) fue in duda  uno de los gigantes del arte del siglo XX, considerado el “Picasso judío”. Los críticos de arte y coleccionistas han apreciado su trabajo en vida y no fue olvidado incluso después de su muerte prematura, cuando al menos una sola exposición se presentaba cada año en un país u otro. Incluso a lo largo de los años, los estudiosos del arte muestran cada vez más interés en ella, mientras que en Israel curiosamente Soutine tuvo una sola exposición en 50 años. Soutine es una de las figuras prominentes de la Escuela de París, nació en una aldea rusa y pintaba desde pequeño, lo cual causó el desprecio de su padre.

Perfil de hombre 1913

A los 17 años abandonó la aldea para nunca regresar y se radicó en Francia, donde su vida se pareció a la de muchos artistas bohemios en la década de 1920. Amadeo Modigliani era su amigo cercano y leal y su círculo de amigos incluía, entre otros, a Pablo Picasso, Max Jacob, Jean Cocteau, Hannah Orloff y Jacques (Jacob) Shapiro.

La pintura de Soutine se basa en la herencia del arte europeo, especialmente el francés y el holandés, pero al mismo tiempo es un artista completamente original y su pintura, ya sea paisaje, naturaleza muerta o retrato, es también una reflexión sobre la vida y la muerte. De ahí su influencia en generaciones de artistas de Israel y de todo el mundo.

Gladiolos rojos 1919

Yaniv Shapira, director del Museo Ein Harod, explica con gran emoción la importancia de esta muestra que es también como un homenaje a Chaim Atar, que en 1937 viajó a París con la misión de rescatar la mayor cantidad posible de arte judío y judaica.

El kibutz Ein Harod era entonces muy pequeño y sin embargo  a pesar de las carencias de la época, se abrió un museo de arte, “para construir una nueva sociedad aquí en Israel por lo que era necesario mostrar el pasado a la generación joven, para que entiendan a sus abuelos”

Obra de Amir Nave

Agrega “este es un aspecto sorprendente del movimiento de kibutz de aquella época, que generalmente se pasaba por alto: la utopía judía del futuro”.

El edificio del Mishkán Ein Harod, diseñado por Samuel Bickels en un estilo moderno y limpio que emplea luz natural para presentar el arte, con su exuberante jardín verde poblado de esculturas y cubierto de hiedra, es quizás la más admirable faceta del movimiento del kibutz. El lema fue “No solo un arado y una pistola, sino también un corazón y un ojo para ver”.

Una sala del museo
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