Mercy Morganfield, una de las líderes de la Marcha Feminista de Estados Unidos hizo un llamamiento a los miembros “heridos y traicionados” después de que su copresidenta, Tamika Mallory, abrazó públicamente al antisemita líder afroamericano de Nación del Islam, Louis Farrakhan.
La declaración de Morganfield se produjo tres días después de la reacción oficial del grupo con respecto al tema, que muchos criticaron por no haber condenado con suficiente fuerza las declaraciones antisemitas y homofóbicas de Farrakhan. Esa declaración, publicada el 6 de marzo, indicó que los puntos de vista de Farrakan “no estaban alineados con los Principios de la Unidad de las Mujeres”, pero expuso que el grupo continúa “amando y valorando” a Mallory.
“Para los miembros y simpatizantes de la Marcha de las Mujeres que se sienten alienados, no se rindan”, escribió Mercy Morganfield, jefa de la rama de Washington D.C. del movimiento, en un comunicado. “La construcción del movimiento intersectorial es una labor de amor y es una necesidad para los derechos de las mujeres. El movimiento de la Marcha de la Mujer no se limita a sus copresidentes.
El movimiento de la mujer es usted y millones de otras mujeres de todo el mundo”.
La controversia comenzó el 25 de febrero, cuando Mallory publicó una foto de ella y Farrakhan en Instagram. La imagen fue subida después de un discurso de Farrakhan en el cual el fundador de Nación del Islam declaró que “los poderosos judíos son mis enemigos” y que él “había quitado el velo de los ojos del judío satánico”.
Farrakhan, como lo ha hecho repetidamente en el el pasado, también acusó a los judíos de controlar el FBI y Hollywood, y de sintetizar marihuana para “feminizar” a los hombres negros.
Otras dos cofundadoras de la Marcha de Mujeres, Linda Sarsour y Carmen Pérez, también han aparecido en eventos con Farrakhan.