Disuasión y caos

21 diciembre, 2016

Pablo Sklarevich
Gran parte de la estrategia política y militar de Israel consiste en mantenerse fuera del caos y el extremismo que está devastando el Oriente Medio y que parece ahora propagarse hacia Europa.
La ventana de oportunidades que pareció abrirse con la caída de la Unión Soviética y que generó el proceso de Oslo se cerró con el auge del islamismo político, que está barriendo la región, sobre todo a partir de la Primavera Árabe. En particular, la caída del sur del Líbano, tras la retirada israelí, a las manos de Hezbollah, y de la Franja de Gaza en los brazos de Hamás, terminó con las aspiraciones de sellar acuerdos definitivos con el viejo nacionalismo árabe, que habían florecido con el tratado de paz con Egipto en 1979.
Es así como Israel ha resistido las presiones de la Administración Obama y de la Unión Europea de ofrecer concesiones audaces que le hubieran puesto en peligro, tanto en relación a los Altos del Golán como sobre Cisjordania (Judea y Samaria). La mayoría de los analistas reconocen que si el Estado judío hubiera entregado el Golán, (que es como un balcón sobre el norte del país) los cohetes islamistas estarían asolando intermitentemente la Galilea. También se teme que un Estado palestino en Cisjordania, en estos momentos, podría invitar a los salafistas a atacar desde allí a Israel, desestabilizando a Jordania. Tal como la Franja de Gaza en manos de Hamás desestabiliza el Sinaí egipcio.
Dejando de lado la vergüenza para los líderes nacionales sobre el asentamiento ilegal de Amona donde unas pocas decenas de colonos extremistas, que instalados en terrenos privados palestinos, han sabido llevarse de las narices al partido gobernante Likud, al primer ministro, al Gobierno y prácticamente al país; uno de los grandes logros de la dirigencia político y militar ha sido el de mantener al Estado lejos del caos regional.
Eso se ha logrado a veces con la disuasión. Si son ciertos los reportes de la prensa extranjera que involucran al servicio secreto israelí Mossad en la muerte del “comandante” tunecino de los drones de Hamás, sería un ejemplo de disuasión. El hecho de que se encontraran en la escena las dos pistolas y los silenciadores indicaría que los autores de la operación buscaban transmitir un mensaje claro y público para los elementos que equipan tecnológicamente a los factores armados que amenazan al país.

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