Casi todos los miembros de la coalición del primer ministro, Benjamín Netanyahu, salieron a respaldarlo como un solo hombre cuando el fiscal general, Avichai Mandelblit, anunció que tiene intenciones de imputarlo por cargos de corrupción, una decisión que no es definitiva ya que podría materializarse -o revertirse- solamente después de una audiencia de descargo.
Sin embargo, el veterano diputado Benny Begin, del partido gobernante Likud, criticó duramente a Netanyahu por “intentar asesinar la confianza del público en las instituciones encargadas de aplicar la ley”.
Netanyahu se ha ensañado con Mandelblit y otros funcionarios judiciales, alegando que es víctima de una “caza de brujas” y sugiriendo que existe una conspiración del aparato judicial y de la policía en su contra.
Begin, de 75 años, es un miembro histórico del Likud, hijo del ex primer ministro Menajem Begin. Aseveró que está “profundamente afligido”, tras leer el documento de 57 páginas de Mandelblit, que ofrece un detalle de las sospechas contra Netanyahu.
“Fue muy difícil para mi leerlo”, apuntó Begin, quien ha decidido no presentar su candidatura para un nuevo mandato en la Knéset.
«En su discurso, el primer ministro atacó directamente al fiscal general, quien tiene legalmente prohibido por responderle», destacó Begin. «Los comentarios contra el fiscal general son muy graves e infundados».
«Cuando Netanyahu dice que Mandelblit es ‘solo de carne y hueso’, quiere decir que Mandelblit es un felpudo que sucumbe a la presión y coopera con las conspiraciones armadas en su contra dentro de la Policía y la Fiscalía», agregó. «Creo que esas son cosas muy serias para decirle a un funcionario público de alto rango, y son infundadas».
«Mandelblit no se rindió ante el primer ministro anterior ni al actual», agregó Begin. «Sabemos que tiene agallas y sirve al público con lealtad y minuciosamente, y que no obstruirá a la justicia».
Begin, que abandonará la Kneset (Parlamento) después de servir como legislador del Likud durante 18 de los últimos 30 años, dijo que sus últimos cuatro años han sido difíciles, debido que sus colegas del partido «hicieron grandes esfuerzos para que me sea difícil acordar e identificarme con muchos proyectos de ley, propuestas ofensivas en las que frecuentemente me encontré como una opositor dentro de mi propio partido».
La Asociación de Procuradores del Estado de Israel también criticó a Netanyahu: «Denunciamos con disgusto los graves ataques personales del primer ministro y otros funcionarios de alto rango contra los procuradores y la Fiscalía del Estado de Israel».
Horas después de que Mandelblit publicara su decisión de acusar al primer ministro por fraude y abuso de confianza en tres casos, y por soborno en uno de ellos, a la espera de una audiencia, Netanyahu aseguró que los fiscales del Estado, Shai Nitzan y Liat Ben-Ari «fueron los dos procuradores que presionaron especialmente para acusarme», y que lo hicieron por razones políticas.
«Esto cruza todas las líneas rojas», apuntó la presidenta de la asociación, Orit Korin. «Israel es un Estado democrático en el que la crítica, incluida a la Fiscalía, es legítima y necesaria. Pero hay una gran diferencia entre eso y los ataques salvajes contra personas honestas cuyos únicos principios rectores son la justicia y la ley».
«Pido que se detengan esos ataques», añadió Korin, y puntualizó que «además de dañar personalmente a los procuradores individuales, dañan significativamente al estado de derecho en Israel».
La ministra de Justicia, Ayelet Shaked, también criticó a Netanyahu por perseguir a Nitzan y Ben-Ari, luego que el Ministerio de Justicia rechazara las críticas de Netanyahu indicando que el mandatario había citado un precedente legal irrelevante y una opinión anulada al tratar de afirmar que se había actuado de manera incorrecta al tomar la decisión de imputarlo.
«Conozco al fiscal general y su equipo, incluyendo a Shai [Nitzan] y Liat Ben-Ari», señaló Shaked, del partido Nueva Derecha, al Canal 12. «No son personas que están orientadas políticamente. Ellos toman sus decisiones por las razones apropiadas».
Shaked destacó, además, que Ben-Ari fue fiscal del ex primer ministro Ehud Olmert, un mandatario de centro-izquierda que fue enviado a la cárcel por corrupción en 2016.
«Obviamente, uno puede emitir críticas, ciertamente en un estado democrático. Pero la crítica debe referirse a la esencia, no a lo personal», aseveró Shaked. «No debería haber ataques personales».
Aunque la decisión no es definitiva, el anuncio de Mandelblit sobre su intención de acusar a Netanyahu representa la primera vez en la historia de Israel que se le dice a un primer ministro que enfrenta cargos delictivos, y ensombrece la campaña para su reelección.
Netanyahu tendrá la oportunidad de revertir la decisión en una audiencia que tendrá lugar meses después de las elecciones programadas para el 9 de abril. Todo el proceso podría durar hasta un año.