El FBI detuvo en Las Vegas a un hombre acusado de tener posturas neonazis y que estaba planificando un atentado contra una sinagoga local.
Conor Climo, de 23 años, trabajaba como guardia de seguridad y poseía varios materiales sin registrar que quería utilizar de forma clandestina para fabricar una bomba y atacar una sinagoga.
Según reportó el FBI, Climo estaba «comunicándose con individuos que se identificaban con una organización extremista de supremacía blanca».
El presidente de la Agencia Judía, Isaac Herzog, se refirió al arresto: «La amenaza de los crímenes de odio y el antisemitismo en especial en EEUU es una amenaza tangible». Herzog felicitó al gobierno estadounidense por detener a Climo y evitar el atentado y afirmó que «hay que arrancar de raíz cualquier expresión de antisemitismo y xenofobia en cualquier sitio en todo el mundo».
Las agencias de seguridad locales estaban investigando a Climo desde el mes de abril, después de conocerse su comunicación con la Atomwaffen Division, un grupo neonazi de supremacía blanca.
Tras ser arrestado, el acusado confesó a los agentes del FBI que pertenece al grupo neonazi y que odia a «afroamericanos, judíos y homosexuales».
La investigación también sugirió que Climo estaba planificando otro atentado contra un club frecuentado por homosexuales en Las Vegas.