Seguimos muy a nuestro pesar con la pandemia como parte de nuestra vida, se dice que la corona la tendremos por mucho tiempo, nadie sabe exactamente qué se debe de hacer, aunque ya se habla de la cercanía de las vacunas, todavía falta mucho tiempo hasta el día que podamos recibir una vacuna.
Mientras tanto siguen los “comandos” entre los cuales está el no alejarse mucho de su casa, por lo tanto, decidí ir a uno de los parques que se encuentran a un kilómetro de distancia de mi casa, distancia que se puede caminar con facilidad, con el propósito de tomar aire fresco, alejarme de las noticias.
Después de caminar un poco dentro del parque, me encontré con un ahuehuete que parecía que tenía muchos, en el parque, ya que le habían crecido muchos tallos que estaban pegados al tronco el cual ya no se podía ver, me senté a descansar a sus sombras, pensando que este árbol se parecía al árbol de la noche triste que en México se dice que está en ese lugar desde tiempo de los Aztecas, la leyenda dice que el conquistador Hernán Cortez se sentó a llorar en la base de su tronco.
Después de un rato de estar sentado empecé a escuchar una voz que salía desde las raíces de este árbol, ya así me dijo: amigo te gustaría escuchar mi historia, yo estoy en este lugar muchos, si muchos años, tantos que ya no recuerdo cuando ni quien me plantó, o si nací de una semilla olvidada en el camino, ya que de joven esto era un bosque que la naturaleza lo mantenía, en este bosque cada árbol nacía solo, no era un parque como en la actualidad, cuidado y mantenido por jardineros.
Le contesté: con gusto escucharé tus relatos.
Así empiezan los relatos que llamaré crónicas de un árbol.
Estamos en unas tierras que en la historia han pasado por muchos, caudillos que se han considerado los dueños del lugar. Te relataré algunas historias ya que todos los sucesos acontecidos tardarían muchos días.
Seguramente has leído o escuchado, que el pueblo de Israel desde que su líder Joshua ben Nun los lleva a las puertas de la tierra prometida por su Dios: Canaán, después de su arribo, dividió las tribus, según la orden de su mentor Moisés quien los llevó 40 años por el desierto hasta la llegada a la tierra prometida.
La mayoría del tiempo este pueblo ha vivido entre guerras, guerrillas, ataques y problemas de defensa.
Te relataré algunos episodios que pasan por mis raíces, o hazañas que me han relatado en los tiempos los pájaros que reposan en mis ramas a descansar de sus largos vuelos por las alturas, en su canto me han narrado algunas guerras, que han pasado en estas tierras, pero no esperes que te mencione todas, a mi edad no puedo recordar todos los episodios.
Trataré de recordar las hazañas importantes que dieron la independencia necesaria para ser un Estado.
Joshua Ben Un era el comandante de Moisés, la instalación de las tribus lo llevó a guerras con los habitantes del lugar, pero él no termina todas, después sigue la época de los jueces, ya en esos tiempo se pensaba en la emancipación de la mujer ya que entre estos jueces había una mujer, Débora la profeta, los jueces tuvieron años de guerras y guerrillas contra pueblos que vivían en la zona, tomemos en cuenta que llegaron a un lugar habitado y Moisés los coloca, se puede decir, en los huecos vacíos donde parecía que no había habitantes, pero a fin de cuentas es una guerra de “independencia”, muy larga.
Pero el pueblo. que seguía dividido en tribus, estas querían una unión que nunca llegó, pero pensaban que un Rey los pudiese unir. El profeta Samuel unge a Saul con la siguiente bendición “Hago esto porque el Señor te ha designado para que gobiernes a Israel”, “su posesión más preciada”. La Biblia sigue su relato y dice que casi desde que empieza su reinado el pueblo tiene guerras con los poblados de alrededor, recordemos que en las costas de la zona, lo que en la actualidad es Ashdod y Ashkelon, estaban establecidos los llamados pueblos del mar, los filisteos, que siempre fueron los enemigos de Israel
Amigo, todos estos relatos me llegaron por los pájaros que del sur venían, hablando que los filisteos fueron los peores enemigos, guerreros a los que nunca Saul pudo vencer.
Saul muere en la batalla del Monte de Gilboa (Samuel 32:1al 8) al lado de sus hijos, por lo tanto no deja heredero, fue el final triste de un hombre humilde que llegó al trono.
Me dice el árbol, seguramente has escuchado las hazañas de David, a esta época, que venció al gigante Goliat, y es coronado por el profeta Samuel después de la muerte de Saul.
David es un guerrero de nacimiento, vence y termina las guerras. Aunque el rey David dice el árbol no es de mi devoción por algunas malas lenguas que existen, pero lo que él hizo fue una guerra de “independencia”, ya que deja un país fuerte y en paz reconocido por los vecinos y países lejanos de la época.
Sube al trono su hijo Salomón quien consolida el país y construye el templo donde coloca el arca, con los mandamientos, que es lo más sagrado de la religión.
Amigo mío después de la muerte del Rey Salomón empieza una división del pueblo, 10 tribus escogen a un rey y deciden separarse y crear el Reino de Israel en el norte que abarca las zonas de Galilea y Samaria, que es considerado el reino rico. Por otro lado, se crea el Reino de Juda en el sur, con Jerusalén como capital y el templo, con pocas tierras, casi sin recursos, es el reino pobre.
El pueblo es expulsado, por 2000 años casi no se veían israelitas en la región, me contaban los pájaros que pocos vivían en Jerusalén, el pueblo de Israel ha estado divido, hoy sigue habiendo tribus que cada quien piensa diferente, parece que cada tribu se fue a otro rincón del mundo.
Amigo, tú crees que realmente en 1948 fue la verdadera guerra de “independencia” y se crea el estado, fecha que es festejada año tras año.
Amigo, dice el árbol según mi opinión diría que en 1967 fue la guerra de “independencia”, después de esa guerra se consolidó más el Estado.
Amigo, espero que mis raíces sean fuertes para que pueda esperar a la verdadera guerra de “Independencia” que vendrá algún día.
Lo único bueno de este pueblo es que todos viven con la memoria de un pasado común, la salida de Egipto y la llegada al lugar prometido, esperamos que esta tierra sea capaz de construir el futuro de este pueblo, y las relaciones con otras sociedades.
Amigo esperamos que llegue la verdadera “independencia” interior y que en el pueblo deje de haber tribus que siempre están en conflicto, para lograr crear una verdadera identidad nacional.
Así que cuando sopla viento fuerte, por tus raíces fuerte no caerá, igualmente el pueblo judío por sus raíces siempre estará en pie.