La segunda ola de coronavirus que azota a Israel está socavando la popularidad del primer ministro, Benjamín Netanyahu, según revelan las encuestas que sugieren que el público no está contento con el manejo de la crisis creada por la pandemia.
Según un sondeo de opinión, publicado por el Canal 13, el 61 por ciento de los israelíes desaprueba el manejo de Netanyahu de la crisis del COVID-19, y el 75 por ciento no está satisfecho con la respuesta del gobierno a las consecuencias económicas de la pandemia. Solamente un 16 % de los encuestados expresó que estaba satisfecho con las medidas tomadas por el Ejecutivo.
Solo el 15 por ciento de los encuestados declaró que estaba satisfecho con Netanyahu; mientras que el 19% aseveró que estaba totalmente satisfecho.
Se trata de un gran retroceso para el primer ministro que, en el mes de abril, durante la primera ola de la pandemia, gozaba de un alto porcentaje de aprobación: el 70% de los encuestados estaba satisfecho o muy satisfecho con su actuación.
La situación no es mucho mejor para el ministro de Finanzas, Israel Katz, y el ministro de Salud, Yuli Edelstein, ambos del partido Likud. El 50 por ciento de los encuestados ha apuntado su descontento con Katz y el 53% con Edelstein.
El malestar del público se proyecta también sobre el partido gobernante Likud. La encuesta indica que si se realizaran hoy en día comicios nacionales el partido de Netanyahu recibiría 33 escaños en la Knéset (Parlamento) -compuesta por 120 diputados-, tres menos de los que tiene actualmente.
Su socio principal, Azul y Blanco, alcanzaría nueve escaños, mucho menos de los quince que obtuvo en las elecciones generales de marzo pasado.