Compañía Bat-Sheva repone “The hole”  de Ohad Naharin

La compañía Bat-Sheva  repone una importante pieza de Ohad Naharin titulada The Hole (El Hoyo), una creación única que depende del sitio en el que se presenta y por ello se podrá ejecutar solamente en el Estudio Varda del Centro Suzanne Dellal, sede de la compañía.


Se trata de una construcción especial erigida para este espectáculo, de tipo octagonal y con 360 grados de asistencia de los espectadores. En ocasión de su estreno en el año 2013  sobre la misma comentó Ohad Naharin que en este caso lo importante es, además del trabajo de los bailarines, la iluminación de Avi Yona Bueno (Bambi) que suple al vestuario. La pieza se presentará hasta el 31 de enero, pero por su éxito, tendrá algunas otras funciones más adelante también.

Son 18 bailarines distribuidos separados mujeres de hombres, que alternan en dos versiones. Una parte se halla más arriba de la audiencia, pegado a las 8 paredes, y la otra en el escenario también octogonal. La pieza dijo Naharin se creó para ser presentada de esta manera porque el coreógrafo quería un escenario que no tuviera un solo frente, pero no redondo y destacó el hecho de que el lenguaje Gaga ayuda a crear una ilusión de simetría donde no la hay, así crea suspenso. Por ello encontró el escenario y las paredes de ocho partes. Otro punto original de la pieza es que hay intercambio entre los grupos, una vez las mujeres en los muros y los hombres en escenario y otra al revés. Eso despertará curiosidad pues es como si la pieza tuviera dos versiones y cada una es sorpresa.

Si bien las piezas de Naharin son más bien herméticas, es decir se pueden sentir pero no siempre definir con palabras, esta vez se ven escenas que dicen cosas. No hay monotonía en esta pieza, todas sus partes sorprenden además de la excelente interpretación. Primero con música litúrgica como una ceremonia y luego más rítmica. Cada grupo en su lugar y luego se juntan una parte en escenario y otra gateando o trepado a una cañería en las alturas. Tal como la vimos en su versión del 2013 es una creación genial, original, brillante fiel a la fama de este creador, que inventó el lenguaje “gaga” y que a pesar del tiempo continua siendo uno de sus grandes éxitos.

Sobre el nombre, “El Hoyo”, Naharin dijo en ocasión de su primer estreno que, como todas las obras artísticas, cada uno puede buscar sus propias asociaciones y declaró que este trabajo está todavía en proceso creativo. Y señaló con picardía “si el público fuera ciego, yo intentaría explicar lo que sucede en el escenario, pero el público no lo es y puede ver si hay algún mensaje, pero eso no es lo más importante. Lo que se debe captar es la tensión artística de la pieza, la composición, el lenguaje, le unión, todo ello es más que las ideas. No es necesario hablar de ello”. Sobre el espacio especial construido para la pieza comentó que no es una construcción de fácil movilización y eso es lo que le interesa, ya que gusta la idea de una pieza que no se puede transportar y que todo el mundo viene especialmente para verla.

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