Shlomo Filber, colaborador del primer ministro, Biniamín Netanyahu, firmó un acuerdo con la Fiscalía para ser testigo del Estado en el caso de corrupción Bezeq, que involucra al jefe del Gobierno.
El director general del Ministerio de Comunicaciones en suspenso comenzó a dar testimonio a los detectives, como parte del acuerdo firmado anoche sobre el denominado Caso 4000, y no será sentenciado a prisión ni a servicio social y tampoco pagará multas.
Filber es uno de los siete detenidos el pasado domingo como sospechoso en la investigación sobre una trama para dar a Netanyahu y su familia una cobertura positiva en un popular medio digital, Walla, a cambio de favores al gigante de las telecomunicaciones Bezeq, con participación mayoritaria del propietario de la web, Shaul Elovitch.
«Si Shlomo Filber es un testigo del Estado, Netanyahu podría pronto abandonar no solo la residencia (oficial del primer ministro) de la calle Balfour, sino también su villa (mansión) en Caesarea (Cesarea) por una cama mucho menos cómoda», señaló el periodista Ben Caspit en el diario Maariv.
Filber es, a su entender, «el oficial de operaciones encubiertas más cercano e íntimo que Netanyahu ha tenido en generaciones» desde los años 90, señala el periodista, que usa el apodo del funcionario (Momo) y el del dirigente (Bibi) para asegurar que «Bibi sabía que podía contar con Momo. Hasta ayer».
Otros dos de los detenidos desde el domingo, la directora ejecutiva del gigante telefónico, Stella Handler, y otro alto cargo de la empresa, Amikam Shorer, comparecerán hoy ante una corte de Tel Aviv para prestar declaración, informó un portavoz de la Policía.
Netanyahu se defendió de lo que consideró «falsas acusaciones» y una «locura total».
«Lo que está pasando en los últimos dos días es simplemente un caos total. Están trayendo dos afirmaciones imaginarias y falsas como parte de una campaña de persecución contra mí y mi familia que dura años», se quejó en un vídeo que difundió en Facebook.
«Todas las decisiones que se tomaron en Bezeq fueron hechas por comités, por profesionales, bajo estricta supervisión legal. Esto no es el salvaje oeste. No hay decisiones privadas aquí. Todas las decisiones son transparentes y controladas», se defendió.
El escándalo del caso Bezeq o 4000 tiene lugar días después de que la Policía recomendase a la Fiscalía que impute al primer ministro como sospechoso en los casos 1000 y 2000.
Estos investigan la recepción de lujosos regalos por los Netanyahu a cambio de favores, y un supuesto intento de pacto con el dueño del Yediot Aharonot, Arnon Mozes, para conseguir una cobertura favorable a cambio de iniciativas para reducir la difusión del periódico rival. EFE y Aurora
¡Qué arreglo monstruso! Han premiado a ese tipo por supuestamente haber cometido varios crímenes y por haber obtenido ganancias que no tendrá que devolver al Estado. Si lo hubieran presionado un poco más, seguramente hubiera confesado que también asesinó a los Presidentes Lincoln y Kennedy.