CINE: No uno de sus grandes, entretenido

22 marzo, 2019 , ,

HAPERED (The mule, USA, 2018) Dirección: Clint Eastwood

Elogiar el film diciendo que es el mejor nunca realizado por un cineasta que frisa los ochenta y ocho años de edad, también actuando como protagonista, es decir prácticamente nada. Así que de esa nada habría que salir con algo, sin llegar a los grandes hitos de ese artista en su 37 ava película. Está basada en un historia real cuando un desposeído mayor de edad comienza a hacer pasar drogas de México para un cártel de ese país y es atractiva, tiene humor, y hasta parecería ser personal en la manera en que retrata a un hombre tratando de expiar sus faltas como marido y padre.

El Eastwood de aquí está en contraste con el gruñón, racista y mal hablado que encarnara en el Gran Torino, hace unos diez años. Primero lo vemos con un sombrero en un invernadero, se lo nota envejecido, camina más despacio y carece de la enorme presencia física que lo distinguía al comienzo y mediados de su carrera. Y pese a estar tan metido en el momento, Earl Stone (Eastwood), no es demasiado apreciado por su familia, incluyendo a su ex esposa Mary (Dianne Wiest) y especialmente su hija Iris (Alison Eastwod, hija en la vida real), que deja la pieza cada vez que él entra, particularmente aun en el casamiento de su propia hija.

Parece ser el hombre que nunca ha estado ahí cuando se lo necesitaba y ahora está pagando el precio. Pero las cosas van de mal en peor para Earl cuando se le acaba el dinero y es echado de su casa. Pero ahí viene la casualidad en su favor cuando es contratado, sobre todo por su perfecta manera de conducir, por esa gente para meramente llevar algo a El Paso y entregarlo.

Es un empleo muy bien pagado y por un tiempo largo se muestra beneficioso para el cártel. Earl es de confiar en ese trabajo, tal como contrariamente no lo era para su familia, puede gastar algún dinero y hasta volver a su casa.

Simultáneamente agentes en Chicago al mando de un agente de la organización anti drogas tratan de atrapar algunos transportistas semejantes pero los logros dejan bastante que desear.

Como dicho por algún tiempo la cosa funciona, los muchachos de las drogas y Earl repara sus finanzas y le queda bastante para tratar de reparar las relaciones con las mujeres que quiere devolver a su vida.

Si bien nada de lo que sucede es comparable al racismo de aquél film, de todos modos hay nomenclaturas con tinte racista cuando le dice a una familia negra perdida que a èl le encanta ayudar a negros y hay otros episodios que reflejan más lo que pensaba hace cincuenta años que una opinión rebajada de minorías de todo orden. Al jefe del cártel que lleva a cabo sus negocios en su estancia mientras se ejercita en el tiro al platillo, le parece agradar el viejo gringo y le da de regalo dos mujeres para la noche, pero lo que ahí sucede afortunadamente se le evita al espectador.

Pero repentinamente las cosas se ponen feas haciéndole a Earl la vida miserable ya que los hostigados agentes necesitan presentar resultados. En el asunto doméstico también empiezan a presentarse problemas cuando Mary enferma gravemente. Cuando Earl a modo de explicación por sus ausencias cuando más lo necesitaban afirma habido pensar que alguien estuviera ahí afuera. Pareciera que el cineasta se refiriera a su propia carrera, si bien dice que al personaje lo hizo a la manera de las costumbres de su propio abuelo.

Hacia el final crea un genuino suspenso, sin haber garantías que Earl va salir vivo de eso en que está metido. No obstante hay algo calmo en el film que se conecta con su manera simple de hacer cine. También alguna parte que pareciera melodramática la afronta con calma. Sin embargo a la larga, logra entretener y emocionar, su caso e único en el cine de la filmografía nacional.■

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