Bilaam. El ojo y la palabra.

27 junio, 2021
Lectura de la Torá - Foto: Wikipedia - CC BY-SA 3.0

Yo y el otro. 

No cabe duda, que este capítulo narra una guerra que se desarrolla plenamente en el interior de cada persona. Y alude a temas que tienen que ver con mostrar las consecuencias de todo aquello que lo negativo que anida en el ser humano puede provocar.

Y el punto es: como vemos a nuestro prójimo y que pensamos, que sentimos y que decimos sobre ese otro que no soy Yo. De aquel que no es uno mismo.

Respeto y autoestima.

Luego de dejar a una de mis hijas en el shule, pude rescatar esos pequeños fragmentos de tiempo donde uno logra (en ocasiones) en cierto espacio de silencio interior poder meditar sobre el capítulo semanal de la Torá y su mensaje sea explícito o cifrado o encriptado, que perdura por siempre y es eterno. Dado que la problemática del ser humano es la misma desde el principio de los tiempos, solo que va mutando o maquillándose o adquiriendo diferentes ropajes según el momento y la circunstancia y lugar.

Educación y tendencia.

El hombre y su circunstancia. O el hombre a pesar de su circunstancia. En esta segunda opción, la experiencia y la oportunidad en positivo pueden tallar profundo y movilizar las fuerzas positivas, pero no cabe duda que es la educación recibida y la tendencia propia, personal e individual, son aquellas que gravitan con mayor peso en el resultado del producto humano que somos o que vemos en otros.

La Torá enseña. Final

Si nos disciplinamos en el verdadero camino del árbol de la vida, podríamos alcanzar ese respeto propio y autoestima deseada, que evitaría o nos serviría como una adecuada herramienta para llenar nuestra mente, nuestro corazón y por último nuestra boca de un profundo respeto por el prójimo, en su consideración y evitar que anide en nosotros cualquier semilla de envidia o celo o resentimiento o rencor y odio sobre cualquier ser humano y con mayor razón respecto a nuestros hermanos de religión. No importe lo que nos haya hecho (fulano) o pensemos que nos ha hecho o lo que verdaderamente nos ha hecho.


Siempre pensar del otro para bien.

Lo contrario, es el miserable camino de Balák y Bilaam, intentando tejer oscuridades que al final a modo de búmeran o boomerang en inglés siempre termina afectando en depresión y vergüenza, aquellos que intentan torcer por medios indebidos los caminos de Hashem y ocasionar daño sea con la mirada y/o con la palabra.

Ya que la falla es propia y no del otro. Y sobre nosotros mismos es que debemos trabajar antes de criticar al ajeno, ya que esa es una fórmula de escape o justificación (una proyección) y al final de cuentas nunca funciona.

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