Belleza y sensibilidad judía

21 diciembre, 2016
Pintura romana de Sappho

La Torá y su mirada en sus personajes
Raquel Goldschmidt

“El que ve bellos árboles, bellas personas, ha de decir: “Bendito sea Dios que creó bellas criaturas en Su mundo”. Tratado de Berajot

Presentaremos puntos de vista de dos eminentes cirujanos miembros de las comunidades judías de Bogotá Colombia: el Dr. John Sanabria: cirujano plástico egresado de la Universidad Nacional y especializado en cirugía estética y el Dr. Rami Mikler cirujano egresado de la Universidad Javeriana y especializado en cirugía de obesidad.
El Dr. Mikler ha sido entrevistado en programas de radio y televisión nacional e internacional, e invitado a diversos congresos mundiales para dictar conferencias. Es miembro de la Asociación Americana de Cirugía Bariátrica, y de la Federación Internacional de Cirugía para la obesidad, entre otras Sociedades médicas de enorme importancia.
El Dr. Sanabria fue presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y miembro del Consejo Directivo en representación de Latinoamérica ante la Confederación Mundial de Cirugía Plástica, entre otros cargos importantes en otras asociaciones médicas destacadas. Ha sido profesor universitario durante más de 30 años, dictado conferencias en numerosas oportunidades a nivel nacional e internacional, pero continúa asistiendo a congresos para intercambiar novedades dentro de su campo.
A continuación, una visión judía sobre la belleza, al finalizar la opinión profesional de los dos importantes doctores.

Ejemplos en la Torá y el Tanaj
En la historia de Shmuel el profeta, cuando Dios le ordena ir a escoger un rey para Israel, y le indica que sería alguien de la estirpe de Ishai, cada hijo de Ishai que veía Shmuel, de mayor a menor, creía que ése iba a ser el escogido, los veía fuertes y altos, que en aquél entonces era lo valioso para ocupar puestos gubernamentales y poder dirigir los ejércitos – Shmuel I 16:7 “Mas el Señor dijo a Shmuel: No mires a su parecer, ni a lo elevado de su estatura, pues les he rechazado, porque no lo que mira el hombre es lo importante; porque el hombre mira a los ojos, pero el Señor mira al corazón”. Shmuel veía en ellos características físicas que los hacían ver poderosos, fuertes e inteligentes, “dignos” de un rey. Pronto Dios desencanta al profeta mostrándole al elegido, quien era el hijo menor, un rubio, de hermosos ojos y de distinguido aspecto (Shmuel alef, 16:12), más adelante en la historia supimos que debido a su juventud e inexperiencia, no logró manejar la vestidura de guerrero para enfrentar al gigante Goliat, a quien venció con una lanza con piedras, David confiaba en la ayuda Divina, lo que fue el factor que le llevó a la victoria. Más adelante fue el rey David; ante ésta sorpresa, Dios le hace ver a Shmuel que los hombres miramos lo exterior del cuerpo para deducir su interior.
Son varias las descripciones que nuestros textos traen sobre el físico de las personas. Llama la atención la descripción de Yaakov, comparativa con la de su hermano Esav, quien era pelirrojo, peludo y fornido mientras que Yaakov, su hermano mellizo era imberbe y permanecía en las tiendas, no salía a la lucha del campo, no era fornido como su hermano; su padre, el patriarca Isaac, amaba más a Esav por su condición física y fortaleza, porque era “hombre de campo”, veía en él el futuro que lideraría, sin embargo Yaakov fue el elegido como patriarca sucesor de Isaac. Aquí vemos nuevamente, cómo la apreciación humana difiere de la percepción Divina.
Otro comentario que aparece es el de Leah, esposa de Yaacov, de quien dice la Torá que tenía los ojos débiles, pero Yaakov se enamoró de la belleza de Rajel –hermana de Leah-, de quien dice la Torá que era de bella figura y hermoso semblante (Génesis 29:17). Como Leah no era hermosa, y sufría por no ser amada por su esposo como lo era su hermana, Dios le permitió tener hijos mientras que Rajel era estéril al principio; Leah fue la madre de la mayoría de hijos (posteriormente tribus) de Yaakov. Este es otro ejemplo de la diferencia de visión entre Dios y el hombre, aún siendo éste último sabio.
La Torá también describe a Yosef, quien era de bella figura y hermoso semblante (Génesis 66:6), motivo por el cual la esposa de su amo: Potifar, se enamora de él y lo trata de forzar, para que se acueste con ella, sin lograrlo. Este episodio termina con que Yosef es conducido a la cárcel. Aquí la belleza le fue, aparentemente, en su contra. Posteriormente llega hasta el poder en el reino de Egipto, gracias a lo cual, años más tarde la familia de Yaakov puede venir a establecerse en Egipto y no solamente sobreviven a la sequía sino que entraron con privilegios. En éste caso, la belleza, hubiera podido influir hacia un mal destino (la cárcel), en realidad, su inteligencia, sabiduría y ayuda divina, fue lo que le hizo llegar al poder, pues sus características de visión que le había otorgado Dios y su gran capacidad de análisis, no las hubiera conocido el faraón si no es porque en la cárcel tuvo la oportunidad de ayudar al copero quien lo relaciona con el faraón. Finalmente su belleza que lo llevó a la cárcel le sirvió para llegar al poder.
Es sabido, que la reina Esther fue elegida por el rey por sus cualidades físicas y estas la llevaron al reino de Persia. Gracias a la posición que Esther tenía y el manejo que se dio a la situación, con la ayuda Divina se salvaron las vidas de los judíos que vivían en el país. Hay varios casos, dentro de nuestro material histórico, en los que se relata cómo la belleza de una mujer es utilizada para vencer a algún cruel enemigo (Judith y Holofernes por ejemplo).
Existen textos sagrados, donde se exalta la belleza y otros donde se la coloca bajo una perspectiva superficial. Esta es a vuelo de pájaro la visión judía sobre la belleza física, de la cual, si se tiene, se aprende que debe ser el vehículo para llegar a la verdad y el conocimiento, y no el instrumento de manipulación materialista.

La opinión de los expertos en el tema de belleza, estética y salud
El Dr. Rami Mikler nos comenta: “trabaja la obesidad como algo más allá de la estética o solamente de la salud, es algo que cubre varias esferas que deben ir de la mano: la salud física, mental, emocional y social. En cuanto a la salud física está demostrado que la obesidad deja a la persona que la padece más propensa a diversas enfermedades, algunas de ellas pueden llevar incluso hasta la muerte. A la salud mental, emocional y social, es un aspecto que nos pone ante la realidad del entorno en que vivimos, es válido que una persona desee verse mejor, al adelgazar, porque esto probablemente le abrirá más puertas, al sentirse mejor consigo misma e incluso en su vida profesional”. Para el Dr. Mikler, obtener el bienestar antes de llegar a la enfermedad es el ideal, es como una medicina preventiva. Ya el judaísmo nos trae la concepción de proteger la salud y en éste pensamiento, obviamente está incluida la salud mental.
Por su parte el Dr. John Sanabria nos plantea que la belleza no es perfección sino armonía, algo es bello dependiendo de la emoción que despierte. En relación a la belleza humana, los primeros hombres se adornaron, pintándose la cara con vegetales y minerales; se colocaron plumas; imitaban al reino animal en donde el macho es más hermoso que la hembra (el león, el gallo, etc.). Los cánones de belleza son variables y pasajeros, lo que atrae es lo que se relaciona con el instinto de conservación de la especie: la capacidad de procreación, es igual a caderas anchas y senos prominentes. Actualmente el canon es “la mujer Light”: cuerpo delgado y cara congelada en eterna juventud, belleza cada vez más inalcanzable a pesar de las cirugías y ayudas cosméticas. Demanda un trabajo tenaz sobre el cuerpo. En los medios de comunicación el mandato es el mismo: la obligación de la mujer que sea bella, así ése objetivo le enferme (anorexia, bulimia, etc.). Las alteraciones estéticas producen complejos y modificaciones en el comportamiento social; mejorándolos, su autoestima se eleva. Bienaventurado el que tiene belleza física y espiritual. Belleza es armonía de las proporciones. Cirujano plástico el que las descubre y las crea.
La belleza puede ser un “instrumento” para lograr objetivos espirituales, aunque la belleza como creación Divina debe ser considerada también una bendición. Quien asume la belleza como objetivo único, está residiendo en un mundo vacío, un mundo sin alma. Quien entiende que la búsqueda de la belleza debe cumplir un objetivo con algún beneficio humano espiritual, ha comprendido el sentido verdadero de la belleza.

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