Baruch Spinoza, filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués – Parte I

4 septiembre, 2023 , , ,
Pintura de Samuel Hirszenberg (terminada en 1907), representando el rechazo frente al filósofo por parte de los judíos en Ámsterdam. Foto: Wikipedia - Dominio Público

Heredero crítico del cartesianismo (movimiento intelectual suscitado por el pensamiento de René Descartes), es considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo xvii, junto al francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz, con quien además tuvo una pequeña correspondencia.

Spinoza (1632-1677) fue criado en la comunidad judío-portuguesa de Ámsterdam. Desarrolló ideas muy controvertidas con respecto a la autenticidad de la Biblia hebrea y la naturaleza de la única divinidad. Las autoridades religiosas judías emitieron un cherem (la mayor censura rabínica judía e implica la exclusión de una persona de la comunidad a la que pertenece) en su contra, lo que provocó que fuera expulsado y rechazado por la sociedad judía a los veinticuatro años (1656). Luego residió en La Haya, donde se dedicó a trabajar como pulidor de lentes.

En filosofía, es de los principales representantes del racionalismo. Su magnum opus, la Ética, se publicó póstumamente en el mismo año de su muerte (1677). El trabajo se caracteriza por un racionalismo que se opone al dualismo de mente y cuerpo cartesiano.

Algunos comentaristas han sugerido una interpretación panteísta de la filosofía de Spinoza, al sostener que existe una identificación entre la única realidad (sustancia) y “Dios” o “Naturaleza” (panteísmo). En esta interpretación la realidad es eterna, infinita y perfecta, pero muy distinta del dios personal del teísmo clásico, y todas las cosas en el universo son simples “modos” de Dios,​ por ello, todo lo que existe tiende a perseverar en su ser (conato), en el caso del ser humano se manifiesta como el deseo de vivir según el dictamen de su razón.

En su Tratado teológico-político (1670) analizó críticamente la religión judeocristiana, y defendió la “libertad de filosofar” y la democracia. Su teoría política unificaba la finalidad del Estado y los fines del individuo (preservar su ser racional) mediante el orden social, la autoridad política y las leyes.

Spinoza fue atacado con frecuencia por sus opiniones políticas y religiosas. Sus contemporáneos lo llamaban con frecuencia “ateo”, aunque no negó en ninguno de sus trabajos la existencia de Dios. Hostigado por su crítica de la ortodoxia religiosa, sus libros fueron incluidos en el Index librorum prohibitorum de la Iglesia católica (1679). Su obra circuló clandestinamente hasta que fue reivindicada por grandes filósofos alemanes de principios del siglo xix: “Schleiermacher […] Hegel, Schelling proclaman todos a una voz que Spinoza es el padre del pensamiento moderno”.​ Sus logros filosóficos y morales llevaron a Gilles Deleuze a nombrarlo “el príncipe de los filósofos”.

Orígenes familiares

Nació en Ámsterdam (Países Bajos) en 1632, procedente de una familia de judíos sefardíes emigrantes de la península ibérica, que huía de la persecución religiosa.

Sus raíces familiares se encuentran en Espinosa de los Monteros, donde el apellido de sus parientes era “Espinosa de Cerrato”.​ Los Espinosa fueron expulsados de Castilla por el decreto de los Reyes Católicos del 31 de marzo de 1492,​ y decidieron instalarse en Portugal. Allí fueron obligados a convertirse al catolicismo para seguir permaneciendo en el país cuando Manuel I de Portugal, el Afortunado, se casó con Isabel de Aragón, primogénita de los Reyes Católicos, y ordenó a los judíos que ocupaban posiciones importantes en el país que se bautizasen a la fuerza (médicos, banqueros, comerciantes, etc.). En esa época ciento veinte mil judíos se convirtieron y los Espinosa pudieron vivir en paz hasta que la Inquisición se estableció en Portugal alrededor de cuarenta años más tarde. ​

El abuelo de Spinoza, Isaac de Espinosa, marchó a Nantes (su presencia está atestiguada en 1593), pero no se quedó allí, pues el judaísmo estaba oficialmente proscrito y por la hostilidad que existía hacia los “marranos” y en especial hacia los portugueses.​ Aparentemente expulsado en 1615, llegó a Róterdam con su familia, donde falleció en 1627. Gabriel Álvarez, suegro de Isaac y bisabuelo paterno de Spinoza, fue condenado a muerte el 20 de agosto de 1597 por la Inquisición portuguesa, aunque dicha pena sería conmutada por una de galeras (pena que se imponía a ciertos delincuentes y que consistía en remar en las galeras del rey. Se imponía por la comisión de delitos denigrantes o por reincidencia que no podían hacer prever la rehabilitación del condenado). ​

Su padre, Miguel de Espinosa, fue un mercader reputado y un miembro activo de la comunidad judaica (sinagoga y escuelas judías).

Educación

Spinoza se educó en la comunidad judía de Ámsterdam, donde había tolerancia religiosa, pese a la influencia de los clérigos calvinistas. A pesar de haber recibido una educación ligada a la ortodoxia judía, por ejemplo, con la asistencia a las lecciones de Saúl Levi Morteira y del rabino Menasseh Ben Israel (el hombre que negociara con Cromwell la vuelta de los judíos a Inglaterra), demostró una actitud bastante crítica frente a estas enseñanzas y fue autodidacta en matemáticas y filosofía cartesiana, con la ayuda de Franciscus van den Enden, quien le dio no solo lecciones de latín desde los dieciocho años, sino de “nueva ciencia” instruyéndolo en las ideas y obras de Copérnico, Galileo, Kepler, Harvey, Huygens y Descartes.

Leyó también a Thomas Hobbes, Lucrecio y Giordano Bruno, y estas lecturas lo fueron alejando de la ortodoxia judaica. A esto, se le pueden sumar las influencias del grupo de los collegianten (colegiantes), cristianos liberales protestantes neerlandeses, así como de heterodoxias judías hispano-portuguesas representadas principalmente en las figuras de Juan de Prado y Uriel da Costa.

Expulsión de la comunidad judía

El Libro de los acuerdos de la Nación, donde se detalla la expulsión del pensador realizada el 27 de julio de 1656. Foto: Wikipedia – Dominio Público

Muerto su padre en 1654, el filósofo no tuvo ya que mantener oculto su descreimiento por respeto a la figura paterna. Entonces se vio implicado en un proceso con su hermanastra respecto de la herencia de su padre. Habiendo ganado Baruch, renunció sin embargo a su cuantiosa herencia, tomando solamente “una buena cama, con su lino”.​ En el curso del pleito fue puesta en cuestión la ortodoxia de Spinoza.​ Los líderes de la sinagoga le ofrecieron una pensión de nueve mil florines si dejaba a Van den Ende y volvía al judaísmo ortodoxo; pero Spinoza no transigió y, el 27 de julio de 1656, la congregación de Talmud Torá de Ámsterdam emitió una orden de cherem (una especie de prohibición, rechazo, ostracismo o expulsión) contra Spinoza, por entonces de veintitrés años. El anatema en cuestión fue escrito en portugués originalmente, la traducción de varios fragmentos del texto es la siguiente:

[…] desde hace mucho [se tenía] noticia de las equivocadas opiniones y errónea conducta de Baruch de Spinoza y por diversos medios y advertencias han tratado de apartarlo del mal camino. Como no obtuvieran ningún resultado […] resolvieron […] que éste fuera […] expulsado del pueblo de Israel, según el siguiente decreto […]: […] expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza […] ante los Santos Libros de la Ley con sus [seiscientas trece] prescripciones, con la excomunión con que Josué excomulgó a Jericó, con la maldición con que Eliseo maldijo a sus hijos y con todas las execraciones escritas en la Ley. Maldito sea de día y maldito sea de noche; maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta; maldito sea cuando sale y maldito sea cuando regresa. Que el Señor no lo perdone. Que la cólera y el enojo del Señor se desaten contra este hombre y arrojen sobre él todas las maldiciones escritas en el Libro de la Ley. […] Ordenamos que nadie mantenga con él comunicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, […] que nadie lea nada escrito o trascripto por él.
El cherem contra Spinoza en el Libro de los acuerdos de la Nación.

Luego fue desterrado de la ciudad, la cual estaba dividida en dos grupos:

  • asquenazíes: judíos procedentes de Europa Central que, al sufrir fuertes persecuciones durante la Edad Media, emigraron en masa hacia Europa Oriental, pero también a los Países Bajos e Inglaterra.
  • sefardíes: judíos expulsados de la península ibérica y grupo al cual Spinoza pertenecía. Era un grupo parcialmente influido por la tradición humanista.

Los asquenazíes constituían un grupo cerrado. En algún momento histórico parece que sus normas fueran más ortodoxas y rígidas que las de los sefardíes. Era el grupo mayoritario en Ámsterdam.

Tras la expulsión, se retiró a un suburbio en las afueras de la ciudad y escribió su Apología para justificarse de su abdicación de la sinagoga, obra perdida que algunos autores consideran un precedente de su Tratado teológico-político (TTP)​. Además, mantuvo su trato con los grupos cristianos menonitas y colegiantes, de carácter cristiano bastante liberal y tolerante.

Conforme a la costumbre judía de tener un oficio con el que mantenerse, había aprendido a pulir lentes de vidrio para instrumentos ópticos, especialmente para su amigo el científico Christiaan Huygens. Aparte de ganarse la vida con esta labor, recibía, según alguno de sus biógrafos, una pensión que le obtuvo su amigo Johan de Witt.

Redacción de sus obras

En 1660 se trasladó a una casa en Rijnsburg, un pueblo costero cercano a Leyden, que es actualmente un museo consagrado al filósofo y donde redactó su exposición de la filosofía cartesiana, titulada Renati des Cartes Principia Philosophias (Principios de filosofía de Descartes, PPC)​, con el apéndice de los Cogitata Metaphysica (Pensamientos metafísicos, CM)​, editados en el verano boreal de 1663 (ed. latina; en 1664 apareció la inmediata versión neerlandesa); estas fueron las dos únicas obras publicadas con su nombre en vida. Su repercusión fue tan grande que hizo famoso a su autor, cuya vivienda empezó a ser frecuentada por toda suerte de figuras del Siglo de Oro neerlandés, entre ellos Huygens y Jan de Witt. También se cree que fue entonces cuando compuso su Breve tratado sobre Dios, el hombre y su felicidad. ​ Empezó allí una abundante correspondencia con intelectuales de toda Europa, en especial una de quince años con Henry Oldenburg, un diplomático alemán que estaba en Londres y era uno de los secretarios de la Royal Society.​ En los primeros años de 1660, también empezó a trabajar en su Tractatus de Emendatione Intellectus (Tratado de reforma del entendimiento, TIE)​ y en la más famosa de sus obras: la Ética (E) ​, terminada en 1675.

En 1663 se trasladó a Voorburg, cerca de La Haya,​ donde frecuentó los círculos liberales y trabó una gran amistad con el físico Christiaan Huygens y con el matemático y por entonces jefe de gobierno (raadspensionaris) Jan o Johan de Witt,​ quien ofreció su ayuda respecto la publicación anónima de su Tratado teológico-político (TTP) en 1670, obra que causó un gran revuelo por su crítica de la religión. Estas diatribas frente al TTP, y además el bárbaro asesinato (llegaron incluso a comerse parte de su cadáver) de su protector y amigo de Witt en 1672 tras la derrota de la armada holandesa por los ingleses, que fue tomada como un castigo divino a causa de la tolerancia del estadista hacia los descreídos -crimen condenado por Spinoza con el pasquín Ultimi barbarorum-, lo convencieron de no volver a publicar nuevos libros mientras viviera; las obras circularían en copias sin permiso de impresión y manuscritas entre sus admiradores. En los siguientes años se acentuó su aislamiento y, dado el temor por su propia vida, a principios de 1673 llegaría a negociar “asilo en Livorno” con el gran duque de Toscana por mediación del filósofo Lorenzo Magalotti.

Fuente: Wikipedia

La Parte II se publicará el 5 de septiembre de 2023

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3 thoughts on “Baruch Spinoza, filósofo neerlandés de origen sefardí hispano-portugués – Parte I”
    1. Es el Dios que mora en nuestro interior. Por ello, no tiene sentido asistir a Misa. Tampoco tiene sentido Orar ni idolatrar a Dios. Dios no tiene intermediarios. Dios nos ama y nos cuida cómo un buen padre de familia. Es un Dios que no castiga, sólo ama y protege.

  1. Sabian que muirio soltero?. Por qué. Porque los ignorantes religiosos lo expulsaron de la comunidad. Iran es gracia de Aristoteles y Platon, al lado de los brutos religiosos nuestros. Asco que hablen de quien descoinocen y revolucionó el pensamiento de fines del siglo 20 y ahora el del 21, porque no lo entienden, todos somos iguales segvun él y aumentamos o bajamos potencia segun nuestras acciones y si seguimos nuestro deseo, no el deber ser, racista de Natanyahu

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