En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 un total de 42 sinagogas de Viena fueron destruidas por la población austríaca, ante la inacción deliberada de las autoridades nazis, que fomentaron las agresiones contra los judíos.
Los actos, en los que participaron también algunos sobrevivientes del Holocausto, estuvieron marcados por el reciente ataque terrorista de Hamás contra Israel, que dejó más de 1.400 asesinados y otros 240 secuestrados.
Por eso, el lema principal de las conmemoraciones fue «Nunca más es ahora», en referencia al creciente antisemitismo en toda Europa a raíz de los ataques de Hamás y la reacción militar de Israel.
Tras los actos políticos en el Parlamento y ante el Monumento del Holocausto, en los que participó la cúpula del Gobierno conservador-ecologista de Austria, las organizaciones judías juveniles de Viena organizaron una marcha bajo el lema «Luz de la Esperanza».
Unas 2.000 personas se congregaron para conmemorar a las víctimas judías del pogromo de 1938 y del Holocausto que comenzó poco después.
En Austria, que en marzo de 1938 fue anexionada por Alemania, vivían entonces más de 200.000 judíos, la mayoría en Viena, donde un 10 % de la población era judía.
Tras la Segunda Guerra Mundial quedaban sólo unos pocos miles de sobrevivientes judíos en el país, el resto había emigrado a tiempo mientras que unos 65.000 fueron deportados y asesinados en los campos de concentración.
Hoy viven en Viena unos 10.000 judíos, en su mayoría descendientes de sobrevivientes del Holocausto de Austria, Hungría, Polonia y otros países del Este de Europa y de la antigua Unión Soviética.
Austria, similar a la vecina Alemania, considera la protección de su población judía y la seguridad del Estado de Israel como un asunto de Estado.
Ante el creciente número de agresiones antisemitas en el país, que según datos de la comunidad judía de Viena se han multiplicado por cuatro desde el ataque de Hamás hace un mes, las autoridades austríacas han reforzado las medidas de seguridad para todas las instituciones judías. EFE