Alon Waisman es un piloto de avión y compositor que se dedica a la música desde la edad de 12 años. Su música y canciones en vivo son procesados y grabados en un estudio profesional y de alta calidad con todos los equipos necesarios para ello, que ha instalado en su propio hogar.
En estos días en una divertida reunión a la que acudieron familiares amigos y muchos aviadores colegas, celebró el lanzamiento de un nuevo clip que ya se puede escuchar en la radio, en las redes y en YouTube. Es una canción muy famosa que todos conocemos “It Must Be Love” escrita en 1971 por el inglés Iabi Siffre que logró llegar al lugar 14 en la lista de los éxitos de entonces. En 1982 Madness la repuso y se convirtió en un hito mundial. Esta versión del clip de Alon es muy alegre y personal.
Nos cuenta que divide su vida entre el hogar y los vuelos como capitán en una compañía privada. Y aun volando por lugares atractivos de todo el mundo se inspira. Sobre esta doble ocupación nos dice que hay muchos pilotos que se dedican a la música. Es importante dedicarse a algún tipo de arte, porque se vive una sola vez. Así hasta las 17hs. se trabaja en vuelos y luego se hacen cosas que uno desea, en su caso la música. Vuelve a su hogar o al hotel y se dedica a ello. Con el piano o con un aparato especial que se conecta por Hi Tech declara “Todo lo que me rodea me inspira primero para crear una idea que luego se transforma en canción, De niño escuchaba en la cocina de mamá a las bandas famosas de esa época. Sabía que quería hacer música”
Además, se presenta en vivo en los escenarios con sus canciones, últimamente con el popular compositor israelí pop, Daniel Salomón con quien hicieron unos proyectos juntos: cuatro canciones con sus arreglos y se preparan para otras apariciones. Una de las canciones escritas por Alon y producidas por Daniel se titula “Aun no ha llegado el otoño” (Od Lo Higuia Hastav). Tiene dos canales propios en YouTube. Uno para su música y el otro titulado “Pilot¨s Eye View”, está relacionado con su profesión aeronáutica, y desde su cabina de mando filma con cámaras paisajes y vistas y cuando regresa al hogar los edita logrando imágenes increíbles desde el aire.
“It must be Love”