Alemania comunista prefirió ignorar el pasado de exguardia nazi hoy centenario

Prisoneros en el campo de concentración de Sachsenhausen Foto: Archivos Nacionales y Administración de Documentos de EE.UU. Wikimedia Commons

La Stasi, la policía política de la extinta República Democrática Alemana (RDA), optó por ignorar el pasado del centenario exguardia nazi que está siendo juzgado en Alemania por complicidad en el asesinato de 3.518 prisioneros del campo de concentración de Sachsenhausen.

Según escribe el «Bild», la hija del acusado formaba parte del equipo de remo en la modalidad de ocho que ganó en 1980 la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Moscú, por lo que la Stasi contaba con un acta de la deportista en la que figuraba el pasado nazi de su padre.

Constaba así que el padre de Birgit S. «perteneció entre 1941 y 1945 al batallón de guardia de las SS en Sachsenhausen con el grado militar de Rottenführer» (cabo primero o líder de sección), según se precisa en el acta de la Stasi, que catalogó esa información de «factor operativamente relevante».

El diario, que tuvo acceso al acta, concluye por ello que la Alemania comunista prefirió ignorar el pasado nazi de Josef S.

En declaraciones a «Bild», el experto en nazismo del archivo de la Stasi Henry Leide, señaló que la seguridad del Estado «identificó hasta 1974 a 284 ciudadanos de la RDA como exmiembros del batallón de vigilancia del campo de concentración de Sachsenahusen, entre ellos al hombre de 101 años que está siendo juzgado ahora».

«Ninguno de los sospechosos fue juzgado o condenado en la RDA. Juicios así habrían ido en contra de la imagen oficial de la RDA como Estado antifascista, según la cual sólo en Occidente hay criminales nazis que viven desde hace décadas sin ser molestados», agregó.

En un informe de 1979, un funcionario de la Stasi había anotado acerca de los padres de Birgit S. que ambos están empleados en la cooperativa agraria Rogasen y que «el padre trabaja como tractorista y realiza sus tareas de manera diligente».

La familia poseía, además, un utilitario de la marca Skoda y cultivaba, paralelamente unas tierras y tenían ganado menor: Josef S. no era de ningún partido, era miembro del cuerpo voluntario de bomberos y no defendía ninguna postura política negativa contraria a la RDA.

Según el acta, participaba «activamente en conversaciones y debates políticos» desde que su hija pasó a formar parte como deportista de la RDA de la policía.

«Su nivel de instrucción es escaso. Es de temperamento colérico, pero ya se ha calmado. No se le conocen deslices morales», precisó la Stasi sobre Josef S.

Birgit S., de 62 años, fue llamada la semana pasada por el abogado de las víctimas Thomas Walter a comparecer hoy como testigo en el juicio que se celebra contra su padre.

La Audiencia Provincial de Neuruppin admitió a trámite la acusación presentada por la Fiscalía en febrero pasado contra el anciano por complicidad en los asesinatos de prisioneros entre enero de 1942 y febrero de 1945 durante su actividad como guardia del campo de concentración.

Alrededor de 200.000 prisioneros estuvieron internados en Sachsenhausen, de los cuales unos 20.000 fueron asesinados. EFE

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