El 23 de enero de 2019, con base en una sólida argumentación constitucional, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela – la única institución legítima que aún prevalece en Venezuela — se juramentó como presidente en funciones.
Luego del vacío de poder dejado por la inexistencia de un proceso electoral transparente, y por la finalización del periodo presidencial que comenzó en enero de 2013. Guaidó asume las competencias ejecutivas de un país en donde un régimen de carácter totalitario, ha conducido a una de las peores catástrofes humanitarias en lo que va de siglo.
Israel, como estado democrático, está en el deber de darle reconocimiento inmediato al presidente Guaidó y estas son las cinco principales razones:
1.- Solidaridad con un país y un pueblo que ha sido amigo y solidario con el pueblo judío a través de su historia.
El pueblo judío tiene presencia en tierras venezolanas desde prácticamente el momento en que el país nació. Los apoyos de judíos sefardíes de las Antillas neerlandesas al Libertador Simón Bolívar pusieron su grano de arena en la independencia de Venezuela. Luego, la inmigración de grupos de sefardíes de estas mismas islas y de regiones como el norte de África, el Líbano y Siria representaron importantes aportes en la formación de la sociedad venezolana. Desde finales de los años 30 Venezuela fue receptora de un numeroso grupo de ashkenazíes y el 29 de noviembre de 1947 el gobierno de Rómulo Betancourt, votó a favor de la resolución 181 en solidaridad con la formación de Estado de Israel.
Venezuela además ha sido tierra fértil para el desarrollo y el crecimiento de los judíos, el único ganador venezolano de un premio Nobel ha sido Baruj Benacerraf, el presidente del MIT Leo Rafael Reif nació y se formó en Venezuela. Ricardo Hausmann director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Leo Corry Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Tel Aviv, Benjamin Scharifker Rector de las Universidad Metropolitana y tantos otros. Estos son apenas algunos de los numerosos casos de judíos que habiendo tenido la fortuna de nacer en Venezuela o habiéndose nacionalizado como venezolanos, han hecho aportes significativos a la humanidad. Destacan también artistas como Meyer Vaisman, directores de teatro como Moisés Kaufman, escritores, médicos y numerosos académicos en diversas áreas. Venezuela ha sido hasta el advenimiento del chavismo, una tierra de tolerancia, libertad y oportunidades que como judíos debemos agradecer.
2.- Hacer presión para que deje de existir un puerto seguro, punto de entrada y base de operaciones para peligrosos grupos terroristas como las FARC y el ELN colombianos, por ejemplo, en territorio venezolano, con ramificaciones en toda la región.
Es bastante conocida la presencia de grupos como Hezbolah y Hamás en la Venezuela de Chávez y Maduro. Importantes personeros del régimen están vinculados con peligrosos grupos terroristas y criminales; han entregado pasaportes a terroristas; los han financiado y les han brindado protección y cobijo. Las votaciones de Venezuela en foros internacionales y el grosero ataque antisemita de parte de los criminales que conforman el movimiento chavista es un lugar común, el mismo Chávez tuvo el coraje de maldecir al estado de Israel y la actitud de Maduro y sus acólitos no ha sido mejor.
3.- Ayudar a recuperar el valor de las propiedades y negocios de una comunidad judía que ha sido históricamente solidaria con Israel.
Se puede estimar que con una comunidad que en alguna época remontó los 20 mil miembros, las propiedades de la comunidad y de nuestros correligionarios en el país tiene un valor histórico de varios miles de millones de dólares. Ese patrimonio es producto del esfuerzo de varias generaciones. Israel tiene el deber se apoyar a los judíos del mundo y en particular de personas que siempre ayudaron y tuvieron sus sentimientos en Israel. Si el actual régimen permanece, todo ese esfuerzo se habrá perdido.
4.- Venezuela representa un país de oportunidades para muchas empresas israelíes y actuar en forma rápida será seguramente valorado por los nuevos gobernantes.
Se trata de un país con una infraestructura en estado ruinoso, con grandes necesidades de innovación tecnológica y con problemas serios que van desde la falta de producción de alimentos hasta la carencia de muchos servicios de calidad. Israel posee empresas que podrían aportar soluciones muy eficientes a los problemas técnicos de Venezuela. Por otra parte, Venezuela es un país con gran potencial en muchas áreas y podría complementar y suplir necesidades de materias primas y algunos productos necesarios en Israel. Los contactos de miembros de la comunidad judía venezolana que han hecho aliá seguramente facilitarán las transacciones con el nuevo país que surgirá luego de una transición hacia la democracia.
5.- Un cambio en el régimen venezolano será sin duda un voto a favor de la democracia y en contra de los movimientos terroristas y de los países que constantemente conspiran y condenan a Israel.
Es muy posible que un nuevo gobierno en Venezuela tienda a brindar apoyo a Israel en diferentes foros e instituciones internacionales. Sería un logro para la política exterior de Israel.
Finalmente queremos instar al gobierno de Israel a apoyar en forma incondicional al presidente constitucional de Venezuela Juan Guaidó, quien llevará al país a una transición que conducirá a Venezuela a ser una nación democrática amiga de Israel y del pueblo judío. Igualmente, hacemos votos a favor del pronto restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Israel y Venezuela, para dar inicio a este nuevo ciclo de progreso compartido entre estas dos grandes naciones.
Boris Ackerman Profesor y Ex Jefe de Departamento Universidad Simón Bolívar. Profesor Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Santa María, Caracas. Investigador Universidad Rey Juan Carlos Madrid
Natan Lederman. Profesor Investigador de la Universidad Metropolitana de Caracas. Investigador Visitante en la Universidad de Tel Aviv.