El porqué del auge de los partidos antisistema en Occidente

15 octubre, 2017
Extremistas húngaros del partido Jobbik - Foto Ilustración Wikipedia

Federico Steinberg
Investigador del Real Instituto Elcano y Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

Hace décadas que existe un consenso entre las principales fuerzas políticas de Estados Unidos y Europa en torno a la idea de que la apertura económica es positiva. Así, de forma paulatina, se han ido liberalizando los flujos de comercio e inversión y, en menor medida, de trabajadores. Como resultado, las sociedades occidentales se han vuelto más prósperas, más abiertas y más cosmopolitas.
Aunque la apertura económica generaba perdedores, la mayoría de los votantes estaban dispuestos a aceptar un mayor nivel de globalización porque entendían que el Estado del Bienestar les protegería de forma suficiente si, transitoriamente, caían del lado de los perdedores (en economía política esto se llama la «hipótesis de la compensación», según la cual los países más abiertos tienden a tener Estados más grandes y que redistribuyen más).
Los países en desarrollo, por su parte, también se han venido beneficiando de la globalización económica exportando productos al rico mercado transatlántico (que cada vez es más abierto) y enviando remesas desde Occidente a sus países de origen. El invento parecía funcionar.
Sin embargo, en los últimos años, y muy especialmente desde la crisis financiera global y la crisis de la zona euro, los defensores de estas políticas (social-demócratas, demócrata-cristianos y liberales) se encuentran cada vez más acorralados electoralmente por nuevos partidos populistas que abogan, en mayor o menor medida, por el cierre de fronteras, tanto al comercio como a la inmigración.
En su mayoría se trata de partidos de extrema derecha, que reivindican la recuperación de una soberanía nacional que sienten que han perdido a manos de los mercados globales; de una disfuncional Unión Europea, o de unas políticas migratorias que consideran demasiado liberales.
«Recuperar el control del país» es un eslogan que comparten Trump en EEUU, los partidarios del Brexit en el Reino Unido o el Frente Nacional francés. Y aspiran a conseguirlo reduciendo el comercio internacional y expulsando a los inmigrantes. Sus mensajes proteccionistas, nacionalistas y xenófobos, pretenden dar soluciones simples a cuestiones complejas, y están atrayendo a cada vez más votantes desencantados con la marcha de sus sociedades.

Racismo o falta de oportunidades

Existen dos hipótesis (no necesariamente contradictorias) sobre por qué el electorado está apoyando cada vez con más intensidad a estos nuevos partidos.
Por una parte, tenemos a quienes sostienen que la revuelta populista se alimenta de votantes de clase media y baja que ven como sus ingresos están estancados y que están convencidos de que sus hijos vivirán peor que ellos. Son los perdedores de la globalización, en su mayoría trabajadores poco cualificados, que no se están pudiendo adaptar a la nueva realidad económica y tecnológica global y que, al perder sus empleos por la competencia de los productos de países con salarios bajos y ver cómo el Estado del Bienestar no les ayuda lo suficiente, optan por dar su apoyo a quienes prometen protegerlos cerrando las fronteras.
Esta hipótesis explicaría por qué, por ejemplo, el Frente Nacional francés se nutre cada vez más de votantes socialistas desencantados con las políticas económicas de Hollande o por qué muchos trabajadores en paro de ‘Little England’, tradicionalmente laboristas, apoyaron el Brexit con la esperanza de que una Gran Bretaña fuera de la Unión Europea y con mayor margen de maniobra política podría protegerlos mejor de la competencia exterior.
Pero una segunda hipótesis, también plausible, es que los votantes no se están yendo a la derecha por cuestiones económicas, sino por elementos identitarios y culturales. Así, el racismo y la xenofobia latentes que siempre han existido en Occidente (pero cuyas expresiones eran políticamente incorrectas desde el final de la Segunda Guerra Mundial), estarían saliendo del armario debido al impacto social y cultural del aumento de la inmigración de las últimas décadas.
Los votantes apoyarían así a partidos con líderes fuertes cuyos postulados rozan el autoritarismo, como vemos en el caso de Orbán en Hungría, y que ofrecen recetas para proteger la «identidad nacional» y frenar el proceso de cambio y disolución de los valores y la cultura tradicionales que han traído la apertura y el multiculturalismo.
El miedo a los ataques terroristas de grupos islámicos extremistas facilita este discurso porque permite concentrar el odio al extranjero en el inmigrante de origen musulmán (que se mezcla con el debate sobre los refugiados en Europa) colocando la seguridad en el centro del debate político, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo en Europa. Así, los líderes fuertes y con las ideas claras seducen al votante temeroso, alimentando la ilusión de que la respuesta a sus miedos pasa por colocar a un padre protector al frente del gobierno, cuyo máximo exponente sería Putin en Rusia, figura a la que tanto Trump como Le Pen dicen admirar.
Por el momento, existe evidencia empírica para corroborar ambas hipótesis. En un reciente estudio, la consultora Mckinsey mostraba que entre 2005 y 2014 la renta real en los países avanzados se había estancado o había caído para más del 65 % de los hogares, unos 540 millones de personas. Asimismo, varios estudios demuestran que aquellas regiones de EEUU que importan más productos de China tienden a desindustrializarse más rápido, generando bolsas de desempleados que, lejos de encontrar trabajo rápidamente en otros sectores, se ven excluidos del mercado laboral de forma permanente.
Además, son precisamente esas zonas las que tienden a votar a políticos más radicales y con propuestas más proteccionistas (véase Autor et al. American Economic Review 2013 y Che et al. NBER Working Paper 22178).
Por otra parte, otros estudios han demostrado que los votantes de los partidos de extrema derecha, lejos de ser los perdedores de la globalización, son en su mayoría clases medias y altas blancas cada vez más abiertamente xenófobas.
Así, según un estudio de comportamiento electoral en siete democracias europeas, el mejor predictor del voto de extrema derecha sería el apoyo a las políticas restrictivas contra la inmigración, no las preferencias económicas de centro-derecha o la desconfianza hacia los políticos en general o hacia las instituciones europeas en particular. Otro estudio demostró también que los hombres son más proclives a apoyar a estos partidos que las mujeres, aunque sean estas últimas quienes más perjudicadas se han visto por el aumento del libre comercio al ocupar en mayor medida empleos de salarios bajos (estos y otros ejemplos se encuentran sintetizados en un reciente artículo de Beauchamp disponible en http://www.vox.com/2016/9/19/12933072/far-right-white-riot-trump- brexit
Discernir cuál de las dos hipótesis es correcta es importante para poder diseñar políticas públicas que hagan frente al auge de los partidos de extrema derecha que amenazan con revertir décadas de políticas económicas que han generado riqueza y prosperidad.
Tal vez la explicación económica sea más relevante en EEUU y la identitaria en Europa. Pero, en todo caso, si el auge del populismo responde al aumento de la desigualdad y a la pauperización y la falta de oportunidades de las clases medias, habrá que repartir mejor las ganancias de la globalización mediante mejores políticas redistributivas, sobre todo en educación. Si, por el contrario, la clave está en la xenofobia, la respuesta es más compleja y debería ir dirigida a explicar las ventajas de la sociedad abierta ante sus enemigos y a reforzar los valores occidentales.

 

Compartir
19 thoughts on “El porqué del auge de los partidos antisistema en Occidente”
  1. Se olvida decir que los votantes están cansados de que sus mujeres sean maltratadas y violadas por los inmigrantes musulmanes y su conspiración para dominar a los de otras religiones .

  2. Ya se ve en Europa que a medida que aumenta el número de vecindarios dominados por musulmanes , las garantías constitucionales del país comienzan a aplicarse menos o ya resultan imposible de aplicar .

  3. Además , esos migrantes están años sin trabajar , aprovechando al máximo las subvenciones . Mantenidos por los contribuyentes .

    Todo eso irrita mucho a los votantes , y los partidos tradicionales no se ocupan como deben de ese malestar .

  4. En este momento , en los países chicos de Europa que aceptaron a esos migrantes , los inscriptos musulmanes en colegios primarios están cerca del 50 % , o sea que en 15 años serán mayoría de votantes para las elecciones .

  5. La cultura musulmana no produce premios nóbel , ni investigadores distinguidos . No produce conocimientos ni conserva los que hay , a menos que figuren en la sharía , ley islámica . La cultura europea se ve caducar en unos 25 años .

  6. Una cosa es ser pluralista , y otra muy distinta es dejar que crezca rapidísimo un grupo social que desea eliminar la democracia , y reemplazarla por una dictadura teocrática ultrainflexible , cuyos partidarios dicen abiertamente que eso es lo que harán .

  7. O sea , los partidos de ultraderecha se ven engrosados con otros votantes que los ven como su única defensa , 0para evitar que en un futuro los maten o violen por no ser musulmanes .

  8. Ya tienen una muestra , en los vecindarios musulmanes de Europa ,ya no se puede caminar si se nota que no se es musulmán , porque se es hostigado , golpeado , escupido , violado , etc .

    1. hombre don eduardo……no cree que exagera un poco…..la mayoria de los musulmanes que hay por aqui son gente honesta y trabajadora…….mucho mas que algunos haraganes locales……y definir a toda una comunidad nacional y religiosa como asesinos y violadores…….bueno esto es propio de un racista…..tambien algunos opinan que todos los judios son usureros…….usted ya me entiende.

  9. Los partidos de ultraderecha ya se dieron cuenta de que Europa está siendo atacada por la jihad , y los otros partidos pareciera que no .

  10. La jihad es esto . Los atentados son solamente del Estado Islámico , que puntualmente se adjudica la autoría . La verdadera jihad , el copamiento del resto del mundo , es alentada y financiada por todos los países musulmanes . Eso es exactamente lo que dice el Corán .

  11. un analisis muy lucido……por cierto conozco el lugar donde fue tomada la foto con los extremistas de jobbik….son militantes de la guardia hungara ….se les reconoce por su uniforme…..la fuerza de choque del partido jobbik…..

    1. el lugar es la ciudad de bekes csaba…..en el condado de bekes,en hungria oriental……lo se por el monumento del fondo……en forma de guillotina……que simboliza el tratado del trianon en 1920 por el cual hungria paso de ser un imperio de 350.000 kilometros cuadrados y 20 millones de habitantes a uno de 96.000 kilometros cuadrados y 8 millones de habitantes…..

      1. la foto debe haber sido tomada el 20 junio dia aniversario del tratado del trianon y en el que todos estos fachas van a llorar por su imperio perdido….la bandera azul y blanca que hay en lo alto del monumento es la …….bandera szekely……de la minoria hungara de rumania…..hay muchos monumentos como este en hungria….

        1. pero este de la guillotana es el de bekes csaba…….lo vi hace un par de años cuando me aloje en la vecina localidad de gyula justo al lado de la frontera con rumania…..al cruzar la frontera llegas a la ciudad da arad……..una de las ciudades perdidas por estos nostalgicos de la gran hungria…..al frente de mi hotel habia un parque con otro monumento……

          1. con la inscripcion en rumano…….A NUESTROS LIBERTADORES…LA DIVISION DE CAZADORES DEL MONTE DE II EJERCITO RUMANO QUE LIBERARON ARAD EL 19 DE OCTUBRE DE 1944 DE LA DOMINACION NAZI FASCISTA HUNGARA-…..donde las dan las toman……..jobbik….. jodanse.

  12. Es más que evidente el ascenso de la ultraderecha y neonazis en Europa, los dos países más preocupantes con diferencia son Francia, con los Le Pen, y el FPO en Austria. Francia fue el país referente en la cultura y la democracia, con la libertad, igualdad y fraternidad, es muy triste verlo tal y como está ahora, aunque al menos su sistema electoral hace complicado que la ultraderecha alcance el poder estatal. En Austria, un país con un gran simbolismo por ser el lugar de nacimiento del Hitler y acoger campos de concentración tan conocidos como los del complejo Mauthausen, no hay que olvidar que Haider llegó a ser Presidente del gobierno tras un pacto de gobierno. Sin olvidar otros países importantes como Holanda, supuestamente un referente en legislaciones abiertas o futuristas y también con ciudadanos comerciantes internacionales e inteligentes. Tanto Le Pen hija como el FPO repiten que son democráticos y tratan de dar una imagen afable, olvidándose cuando Le Pen padre financió a un fascista acusado de terrorista por colocar dos bombas en Valencia, José Luis Roberto Navarro, conocido también como «El Cojo»​​, aunque en España no consiguió tener su pretendida sucursal neonazi, mientras que Haider falleció en un accidente por exceso de velocidad y en su coche de lujo, tras salir borracho de un local gay, tanto su novio favorito, el segundo del partido FPO, como su mujer (la oficial, de género femenino) acusaron a Israel o al Mossad de la muerte de Haider. En principio siempre ha habido este tipo de elementos extremistas de derechas, hasta se dice que estaban financiados por la OTAN durante la Guerra Fría para contar con un grupo violento clandestino en el caso de una invasión del bloque soviético, la conocida red Gladio. Verdad o mentira, terroristas ultraderechistas de diversos países europeos, Francia e Italia, actuaron en acciones terroristas del estado en España ayudando a terroristas fascistas españoles y argentinos. Curiosamente ahora es España donde menos presencia de partidos ultraderechistas hay, creo haber oído que los ciudadanos frustrados han preferido el extremismo de izquierda en el partido Podemos, que no es racista, sí ha crecido tanto ha sido por la crisis. En España también hay un gran número de racistas y ultraderechistas en el sudeste, donde más inmigrantes hay trabajando, muchos en condiciones de esclavitud para los minifundistas españoles y nuevos empresarios relacionados con la agricultura intensiva en invernaderos. Fue en la localidad principal de este fenómeno económico, en El Ejido (Almería), donde se produjo un bochornoso pogromo contra los musulmanes tras el asesinato de una mujer por parte de un musulmán enfermo mental que pretendía robarle el bolso, siendo una de las localidades con más delitos por drogas, alcohol, prostitución, juego ilegal, mafias, etc. y la más inculta de España, liderando siempre los índices más bajos de lectura y líderes en maltratos a las mujeres. En Almería tampoco hay un supuesto arraigo a la tierra, aunque es muy complicado conocer lo ocurrido desde la entrada de la actual democracia ni siquiera buscando mucho en internet, parece ser que un terrateniente o cacique de la región vendió sus terrenos desérticos en parcelas de 1 hectárea o menos, ya que hace años con construir un pequeño invernadero en principio era suficiente para una familia media, unas fuentes hablan de que llegaron estos nuevos agricultores del interior de la provincia que se dedicaban a otros trabajos como cuidar cabras o vacas, y otras fuentes que eran parados de partes lejanas de España como Cataluña, incultos sin conocimientos de agricultura. De hecho estos pueblos apenas contaban con unos cientos de habitantes y ahora mismo hay varios que cuentan entre los de más población, con cerca de 100.000 habitantes cada una. Entonces no parece racismo querer echar a los esclavos que trabajan por un salario mínimo en trabajos que no quiere hacer o no sabe hacer con soltura ningún español. Más bien es un nuevo tipo de estafa, estafa para continuar ejerciendo el poder exigiendo la manipulación de las leyes democráticas, o estafa amenazando con la violencia porque la globalización de la información y la llegada de internet podría contradecir un estado de las cosas poco ético y basado en un pasado burdamente manipulado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.