En estos días se ha inaugurado una muestra de enfermos de cáncer titulada “Makom” (Lugar) que es un proyecto ideado y organizado tanto artística como terapéuticamente por Lidia Rozanski, una artista multidisciplinaria e instructora de arte restaurativo. Lidia es una israelí, de origen argentino, que tiene una travesía artística muy rica pero además se ocupa de proyectos de este tipo y en su obra no deja de mostrar diferentes ángulos del sufrimiento humano, un tema que la ocupa y al cual se dedica con tesón.
La muestra que contó con participación de numerosas obras que despiertan una variedad de sentimientos, que van desde el temor a la alegría pasando por lo exuberante. Lidia invita a los espectadores a observar todos los ángulos de los “lugares” que los artistas expusieron a través de su trabajo. Se pueden ver en el Heijal Hatarbut de Petaj Tikva hasta el 28 de diciembre. y el 16 y 26 de noviembre habrán dos encuentros con los artistas que hablan de sus obras
Se trata de un proyecto que Lidia realizó auspiciado por Beit Haoranit que forma parte de Ezer Mezion, una institución que acompaña, contiene y ayuda a los enfermos de cáncer y sus familias durante el periodo de tratamiento. Lidia explica que este proyecto ofrece un trabajo de apertura y afrontamiento, rompiendo el estricto secreto, mientras se crea y presenta un objeto artístico. Cuando una persona está enferma, sufre de depresión, ansiedad, desilusión, frustración y miedo. El taller le permite encontrar un lugar de pertenencia e identificación, un sitio en el cual reconstruye su dignidad.
Esta exposición Makom es la tercera del proyecto «Good Morning», un taller de arte visual para pacientes con cáncer y es un testimonio de la nueva y emocionante experiencia que han experimentado y su éxito al expresarse; evidencia de un largo y valiente proceso de pensamiento, aprendizaje y adquisición de habilidades técnicas para realizar el trabajo.
Lidia agrega “El papel del arte es expresar una idea y sentimientos. En esta exposición elegí la silla como un símbolo del lugar, y para llevar a cabo una intervención artística en ella, usando una variedad de técnicas y materiales y a través de él expresar el lugar único que cada uno de los creadores eligió desde el fondo de su corazón y de su mundo personal e íntimo y por lo tanto las obras son muy originales.”
Algunas declaraciones sobre las obras: Jonatan “para mi el color rosado es el de la vida, en mi obra es el principal. La silla representa el comienzo de la vida de todos”. Moran Kadosh con “La Silla De La Vida” pues “significa el lugar donde creo que me trae salud, y esperanza”. Jani Fridman “El circulo de la vida” pues “aun en los túneles oscuros de la desesperación se debe seguir adelante”. Alexandra creó “Entre dos mundos”, “mi lugar es el que se halla en el sitio donde lo necesitan. Mi silla representa dos mundos el espiritual y el material”. Safi “Desde lo profundo del infierno hasta la altura del cielo.
La silla azul color de cielo asoma desde la tela y se ve como que nace a algo nuevo”