Estados Unidos reubicó su embajada de Tel Aviv a Jerusalén el lunes 14 de mayo. A pesar del enojo palestino y la ira de la Unión Europea, la apertura de gala fue organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel y contó con representantes de todo el mundo, incluyendo a cuatro países de la Unión Europea. Una delegación de los Estados Unidos asistió al evento de traslado junto a Ivanka hija del presidente Donald Trump y su hijo político y asesor Jared Kushner.
Se inauguró la embajada con la participación de los siguientes países: Albania, Angola, Austria, Camerún, Congo, la República Democrática del Congo, Costa de Marfil, República Checa, República Dominicana, El Salvador, Etiopía, Georgia, Guatemala, Honduras, Hungría, Kenia, Macedonia, Myanmar, Nigeria, Panamá, Perú, Filipinas, Rumania, Rwanda, Serbia, Sudán del Sur, Tailandia, Ucrania, Vietnam, Paraguay, Tanzania y Zambia. No asistieron las delegaciones europeas, ni representantes de Rusia, Egipto o México.
Jared Kushner, Ivanka Trump y Steven Mnuchin y una delegación oficial de los Estados Unidos presidida por el subsecretario de Estado, John J. Sullivan el secretario del Tesoro Steve Mnuchin y 12 miembros del Congreso.
El gabinete israelí estuvo presente en la recepción, junto con los presidentes de los comités de la Knéset, los miembros del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knéset y el resto de los legisladores de la coalición, la mayoría de los miembros de la oposición (a excepción del presidente de la oposición, el diputado Isaac Herzog y los miembros de la oposición que están en el comité de asuntos exteriores).
A diferencia de la gala, que organizó Israel, ningún enviado extranjero fue invitado a la ceremonia de apertura de la embajada, que fue organizada por los Estados Unidos. Solo se invitó a los funcionarios israelíes de más alto rango, así como a los líderes de los partidos políticos de Israel. La líder de Meretz, Tamar Zandberg y el jefe de la Lista (árabe) Conjunta, Aymen Odeh, no asistieron a la ceremonia.■