La primera dama estadounidense, Melania Trump, cumple con una discreta agenda dentro de la visita que su esposo el presidente estadounidense, Donald Trump, efectúa a Israel, que incluyó la visita a un hospital junto con Sara Netanyahu, esposa del primer ministro, Biniamín Netanyahu.
Esta tarde Melania recorrió con su esposo la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde visitaron la iglesia del Santo Sepulcro y el Muro Occidental o “Kotel Hamarabí” (popularizado maliciosamente en el mundo gentil como el Muro de los Lamentos) , en la primera visita de este tipo que hace un presidente en funciones de EEUU.
Después del recorrido por esta parte histórica de la ciudad y que según comentó Trump causó «una gran impresión en ambos», la pareja presidencial se desplazó hasta el Hotel King David de Jerusalén, donde se alojan.
Poco después, Melania visitó el hospital Hadassah Ein Karem, subvencionado entre otros por un grupo de mujeres estadounidenses.
«Es precioso estar aquí. Un gran comienzo», dijo en el centro, donde repartió entre los niños pequeños ingresados por enfermedades o heridas mochilas de la Casa Blanca con material escolar y libros.
Minutos después de que los Trump aterrizaran por primera vez en Israel en visita oficial, Sara Netanyahu le hacía un gesto de complicidad a Melania al decirle: «Los medios nos odian, pero el pueblo nos ama».
Melania acompaña a su marido durante la primera gira internacional de éste desde que juró el cargo, que incluye paradas en Arabia Saudita, Israel, Vaticano, Bélgica e Italia.
Sin embargo, en este tercer día de viaje poco ha llamado la atención sobre el discreto papel que cumple la primera dama estadounidense, más allá de un vídeo difundido en el que se ve cómo aparentemente rechaza con la mano la que le tiende su esposo a la llegada del aeropuerto de Ben Gurión esta mañana.
Los reportes también indicaron la cercanía de Melania con Nehama Rivlin, esposa del presidente, Reuven Rivlin, quien le regaló para su hijo Barron una copia del libro «El abrazo» del escritor israelí David Grossman.
Mañana continúa la agenda oficial de Trump, que se entrevistará con el presidente palestino, Mahmud Abbás, en Belén y después regresará a Jerusalén para hacer la protocolaria visita al Museo del Holocausto (Yad Vashem) y pronunciar un discurso en el Museo de Israel en el que se estima que podría anunciar algún progreso hacia la reactivación de las conversaciones de paz. EFE y Aurora
¿Por que dice que el Kotel fue popularizado maliciosamente como el Muro de los lamentos? No veo donde está la malicia.