Pablo Sklarevich
La reciente entrevista que el primer ministro, Biniamín Netanyahu, brindó al programa “60 minutos” de la cadena CBS, indica que tras el ascenso de Donald Trump, el jefe del Ejecutivo ha encontrado en Irán un nuevo/viejo enemigo. Por eso, los periodistas Ilana Dayan y Ravid Drucker ya pueden dormir tranquilos. Netanyahu precisa un adversario fácil y desafortunadamente el público israelí sigue adicto a la prensa libre por más molesta que sea.
Además, Netanyahu ha triunfado, en el sentido de su concepción. En términos históricos, en perspectiva, nunca en los miles de años de historia del pueblo judío la posición de Israel ha sido más fuerte que ahora.
Teniendo en cuenta de que se trata de un diminuto país en la intersección de los continentes África, Asia y Europa, los logros tecnológicos del país son sorprendentes en fuerte contraste con sus vecinos que han entrado en un franco estado de implosión.
Netanyahu tiene razón, la llegada de los cazabombarderos furtivos F-35 pone de relieve la fuerte alianza con la principal potencia del globo. Simultáneamente, Israel mantiene intensos lazos diplomáticos y comerciales con Rusia, China y la India.
De hecho, los países de Europa Occidental y la Administración saliente de EE.UU. no le están exigiendo a Israel que se aventure a hacer las paces con los palestinos, sino que detenga la construcción en asentamientos en Cisjordania (Judea y Samaria) para no destruir la posibilidad de una solución de dos Estados en un futuro.
Todo el mundo sabe que la inestabilidad en la zona previene la adopción de medidas audaces por al menos una generación. Un Estado palestino en Cisjordania probablemente atraería el ataque de los grupos salafistas a Israel.
Consecuentemente, esto desestabilizaría probablemente a Jordania. Así como la Franja de Gaza, en manos de Hamás, desestabiliza constantemente a la península del Sinaí, y a su vez esos efectos perturbadores se proyectan al interior de Egipto.
Tras el fracaso de la Primavera Árabe, es probable que Washington quiera anclar el Oriente Medio en una política apoyada en los “hombres fuertes” (Putin, Erdogan, el rey Abdallah, etc.), y Netanyahu es aparentemente uno de ellos.
Debe ser difícil pasar todo el tiempo mirando a Israel desde EEUU; que tienen para nosotros… ¡Que suerte, nos van a ayudar!!!, no, no, no, esto entroniza a la derecha… Bueno, pero por lo menos deja tranquilos a los periodistas recolectores de residuos… Sacate una selfi. Pablo; hace como esos que hablan con vos mirándose en el celular. Y, si… A Israel le están saliendo las cosas en el plano internacional… que le vamos a hacer.
ALGUN MERITO DEBE TENER EN TODOS ESTOS LOGROS BIBI…………Y AHORA LO QUIEREN COLGAR……INGRATOS.