La Policía italiana neutralizó en la ciudad de Génova (noroeste) a un marroquí que estaba «preparado para actuar» en nombre del grupo terrorista Estado Islámico (EI), según informó ese cuerpo de seguridad en un comunicado.
El detenido se trata de Nabil Benamir, de 39 años, y se le ha imputado un delito de pertenencia a organización terrorista, que puede acarrear una pena de entre 7 y 15 años de cárcel, según consta en el artículo 270-bis del Código Penal italiano.
El presunto terrorista, con antecedentes penales por un delito de lesiones dolosas y por maltratar a su ex novia, comenzó a ser investigado el pasado junio, cuando fue detectado como «exponente relevante de Estado Islámico regresado a Europa», un «lobo solitario».
En el continente europeo, asegura la fuente, tenía «el objetivo de adiestrar a miembros de Estado Islámico en la fabricación y uso de explosivos».
Fue hallado en Italia al inicio del pasado mes de agosto, cuando tuvo que ser socorrida en Génova una joven embarazada que estaba siendo maltratada por un extranjero, que resultó ser Benamir.
Fue detenido y, tras investigar sus datos en las redes sociales y su teléfono, quedó fichado como un sujeto «de elevado nivel de peligrosidad».
Entre sus posesiones se han encontrado instrucciones para accionar artefactos explosivos con teléfonos móviles viejos, grabaciones de ataques suicidas y de decapitaciones, así como testamentos de atacantes antes de inmolarse.
Además las autoridades italianas detectaron comunicaciones realizadas a través del servicio de mensajería «Whatsapp» que «dejan suponer la existencia de un mandato que el investigado debía llevar a cabo en Italia».
El juez que ordenó la prisión para Benhamir asegura que ya había recibido la orden de cometer un ataque terrorista y permanecía a la espera de instrucciones, según recogen los medios.
Su «identificación y neutralización» ha sido posible gracias a la colaboración entre la policía holandesa, la EUROPOL, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estadounidense y la Agencia de Informaciones y Seguridad Interna (AISI) italiana. EFE