Israel se paralizó completamente en Yom Kipur

12 octubre, 2016

Israel cerró sus fronteras y espacio aéreo y paró toda la actividad durante la conmemoración de la jornada de Yom Kipur, el Día del Perdón, la fecha más sagrada del judaísmo.

El martes por la mañana, los establecimientos comenzaron a cerrar al tiempo que la calle se fue vaciando de transeúntes y, poco después, el cielo aéreo quedaba cerrado y los autobuses, trenes y tranvías dejaron de operar.

Desde el atardecer del martes (cuando comienza un nuevo día para el calendario hebreo) hasta el anochecer del miércoles el país vivió su jornada más sagrada, en la que los creyentes acudieron en masa a las sinagogas y los laicos tuvieron un día de obligado descanso.

Las cadenas de televisión y radio suspendieron su señal y ni siquiera los medios digitales actualizaron su información, como parte del recogimiento de esta festividad, en la que los fieles expían sus pecados para acercarse a Dios.

Las fuerzas de seguridad aumentaron su presencia en torno a la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la que está el Muro Occidental “Kotel Hamarabí”, (conocido en mundo gentil como Muro de las Lamentaciones, adonde miles de judíos acudieron a rezar, al tiempo que se restringió el tráfico en la parte oriental de la ciudad (árabe y que no celebra la ocasión) con barreras de cemento.

Israel selló también hasta el jueves los accesos a los territorios de Gaza y Cisjordania, salvo para los casos de urgencias humanitarias.

La tradición, conocida como el «Sábado de sábados», se remonta a los primeros días de la creación del Estado de Israel, en 1948, cuando los líderes de distintas sensibilidades religiosas y políticas convinieron en adoptar esta excepcionalidad de parar el país durante un día entero.

Yom Kipur es para los creyentes un día de introspección en el que ayunan y tienen prohibido vestir prendas de cuero, usar cosméticos, bañarse, mantener relaciones íntimas, realizar trabajos, cargar peso o tocar un instrumento musical.

«Es un día en el que está prohibido cualquier tipo de trabajo creativo, un día dedicado totalmente a la oración», explicó el rabino Benjamin Levin.

«Yom Kipur es una fiesta, porque sabemos que si hacemos lo que tenemos que hacer Dios nos perdonará, pero también es un día muy solemne en el que tenemos que revisar y juzgar el pasado año, cómo actuamos, cuál es nuestra conexión con nuestros amigos, familia, nuestro país. Es un día de introspección en el que le decimos a Dios que queremos regresar a él», añadió. EFE y Aurora

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