A la luz de las reformas impositivas de Estados Unidos
Israel está sopesando la eliminación de una parte clave de su política industrial, ya que lucha contra las formas de evitar que las reformas fiscales estadounidenses provoquen un éxodo de las empresas estadounidenses e israelíes de Israel.
El Prof. Avi Simhon, que preside el Consejo Económico Nacional del primer ministro Biniamín Netanyahu, propone reemplazar la Ley de Fomento de la Inversión de Capital con un régimen que otorgue beneficios fiscales a las empresas que realizan investigación y desarrollo en Israel.
Simhon, sin embargo, encuentra resistencia en otras partes del gobierno, ya que los funcionarios todavía están en desacuerdo sobre la mejor forma de enfrentar el problema, que surgió cuando el Congreso de Estados Unidos aprobó una amplia revisión fiscal en diciembre pasado, que, entre otras cosas, rebaja la tasa a 21% desde el 35%.
La ley de inversiones, que otorga subvenciones o beneficios fiscales a empresas que generan empleos y exportaciones en Israel, ha sido durante décadas el elemento central de la política industrial israelí.
Pero la ley ha sido criticada por no cumplir sus objetivos, especialmente en la periferia de Israel, donde los incentivos son más fuertes. Recibió críticas especialmente severas luego de que una versión enmendada terminó inadvertidamente otorgando a las grandes empresas miles de millones de shekels en desgravaciones fiscales.
El problema se corrigió desde entonces, pero los críticos, incluido Simhon, dicen que no explota la ventaja competitiva de Israel, que es la innovación y la investigación y desarrollo. Simhon y otros sostienen que con los limitados recursos presupuestarios de Israel, no puede permitirse subvencionar la inversión tanto en la fabricación intensiva como en la investigación y desarrollo, por lo que debe apuntar a sus recursos para obtener los mejores resultados.■