Barenboim se suma a las protestas por el premio a un álbum de rap con tintes antisemitas

Daniel Barenboim Foto: Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Wikimedia CC BY 2.5 ar

El músico argentino-israelí Daniel Barenboim se sumó a las críticas por el premio en Alemania a un álbum de rap con elementos antisemitas y anunció la devolución de sus propios galardones ante lo que calificó de «abierto desprecio» a las minorías e intolerable «abuso de la libertad» artística.

«Antisemitismo, misoginia, homofobia y el desprecio abierto a supuestamente débiles y minorías son un abuso de la libertad que como sociedad jamás debemos tolerar», advierte el director de la Staatskapelle, la orquesta de la Ópera Estatal de Berlín.

El músico afirma que «como judío que vive desde hace muchos años en Alemania y considera la libertad en el arte un bien supremo» ha seguido «con gran consternación» el debate en torno a la concesión de un Premio Echo -el principal galardón de la industria musical alemana- a los raperos Kollegah y Farid Bang en la categoría de hip hop nacional.

Barenboim subraya que «la libertad de expresión y la libertad en el arte son una de las conquistas y uno de los valores más importantes de una sociedad democrática y abierta».

Recuerda, al mismo tiempo, que toda libertad conlleva también responsabilidad, la de «hacer uso de las libertades conquistadas de tal manera que también pueda existir la libertad de los demás y de los que piensan diferente», así como la de «respetar la dignidad» de los otros.

Este convencimiento forma desde hace muchos años de la esencia de su forma de pensar como persona y de su trabajo como artista, afirma el músico, quien llama a alzarse «unidos» contra los que no respetan a los demás y a no «reafirmarlos» y «legitimarlos» con premios.

«Al contrario, hoy más que nunca debemos luchar por más humanidad, respeto mutuo y empatía», agrega.

Con este espíritu y a la espera de una «respuesta adecuada» por parte de la organización de los galardones, tanto Barenboim como la Staatskapelle de Berlin y su West-Eastern Divan Orchestra, colectivo integrado por músicos israelíes, palestinos y de varios países árabes, han decidido devolver de forma colectiva todos los Premios Echo que les han sido concedidos, anuncia el músico.

«Los intereses comerciales no deben prevalecer cuando de lo que se trata es de cuestiones tan esenciales como la decencia y nuestra humanidad», concluye.

Dos líneas de las canciones de Farid Bang y Kollegah son las que han despertado este malestar: «Hagamos otra vez un Holocausto, venid con los cócteles Molotov» y «mi cuerpo está más definido que el de un preso de Auschwitz».

Para Barenboim, los textos del álbum premiado son «claramente antisemitas, misóginos, homófobos y en general atentan contra la dignidad humana».

Antes de Barenboim, otros premiados ya habían anunciado la devolución de su premio como señal de protesta, entre ellos Klaus Voormann, que diseñó la carátula del emblemático álbum «Revolver», de The Beatles, y que había recibido un Echo a toda su trayectoria, así como los directores de orquesta Mariss Jansons y Christian Thielemann, el pianista Igor Levit y el Notos Quartett. EFE

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5 thoughts on “Barenboim se suma a las protestas por el premio a un álbum de rap con tintes antisemitas”
  1. DANIEL! MUY BUENA REACCION, COMO UN «MENTSCH», YA ME TEMIA YO QUE TANTOS AÑOS DE VIVIR EN ESE PAIS CON LA STAATSKAPELLE PODIAN PROVOCARTE CIERTA AMNESIA COMO A Mrs. PORTMAN!

  2. Por desgracia, probablemente con el uso de internet, es muy normal encontrar música con letras con una evidente falta de valores, por ejemplo según datos de una estadística de España, los universitarios tienen entre sus canciones favoritas las de estilo reggeaton, una especie de rap hispanoamericano, con las letras sexuales que denigren más a la mujer, incluso las cantadas por mujeres jóvenes. Entre los grupos extremistas, los neonazis pueden comprar con libertad y organizar conciertos de su música con letras violentas, de exaltación del racismo y el nazismo, y antisemitas como Blau Division del grupo Division 250, y aunque en España esta música no tenga ningún éxito, al menos yo he escuchado a un joven en un coche escuchándola a volumen alto, en una ciudad provinciana. En el otro extremo, el grupo vasco Soziedad Alkoholika es muy conocido en toda España, son de los pocos que pueden llenar estadios, con un estilo radical pero muy parecido al Heavy, fue denunciado por apología del terrorismo etarra después de que un periodista de una emisora de radio española leyera algunas frases ambiguas de sus letras, también fue boicoteado por ayuntamientos y empresas de conciertos a pesar de que luego fueron absueltos, este grupo tiene letras políticas de extrema izquierda y una de sus canciones, «Nos Vimos en Berlín» que no fue mencionada por la derecha española, denuncia la política de Israel contra los palestinos. Curiosamente, tanto extrema derecha como extrema izquierda española, a pesar de ser polos opuestos, unidos en insultar a los judíos en canciones. Otro estilo minoritario que acabó haciéndose popular es el Heavy Metal y sus muchos subgéneros, generalmente son apolíticos o de izquierdas, pero también se pueden encontrar algunos grupos católicos, otros con letras satánicas generalmente de broma pero los de países europeos nórdicos se hicieron polémicos por un grupo que se dedicó a quemar iglesias, y no faltan las polémicas relacionadas con los judíos, Motorhead utilizaba simbología nazi y su cantante fallecido hace 2 años, Lemmy Kilmister, era muy aficionado a coleccionar objetos nazis y a la estética nazi, o el más polémico de todos quizás sea Slayer, un grupo tachado de satánico, racista y nazi, una de sus canciones más famosas es «Angel of Death», dedicada a la maldad del Doctor Josef Mengele. Ninguno de estos grupos es de ideología nazi más allá de para crear polémica, lo más habitual es similar a la ideología de que fue uno de los grupos más conocidos, el brasileño Sepultura, que hizo un vídeo en Israel, «Territory», con una letra agresiva, ambigua pero en el fondo pacifista, aunque lo más fácil es pensar que denuncien a Israel, pero aunque los mismos grupos sospechosos nieguen ser nazis cuando les preguntan, no faltan los niñatos que lo creen y no faltan neonazis y racistas aficionados a Motorhead o sobre todo a Slayer.

    1. Por otra parte, el rap es el estilo de música alternativa muy utilizado por los musulmanes, con frecuencia con letras anti israelíes y antiamericanas o apoyando grupos palestinos terroristas, por ejemplo en un antiguo vídeo de un grupo británico poco desconocido, Dirty Kuffar, que se hizo famosos por tratar el tema palestino y yihadismo, se meten con los líderes árabes de hará una década, la mayoría actualmente asesinados o depuestos por los movimientos de ciudadanos que se suponían iban a llevar la democracia, criticando la corrupción o las alianzas con Estados Unidos, y al final aparecen las imágenes del ataque a las Torres Gemelas mientras el cantante se ríe. O en YouTube se pueden encontrar videos de rap apoyando a Hamás o al Estado Islámico. Lo más habitual entre los jóvenes musulmanes norteafricanos o en barrios europeos marginales, describiendo el ambiente donde en ocasiones surgen terroristas yihadistas, son temas sobre delincuencia, violencia en su entorno y hachís.

      Un vídeo en inglés:

      https://youtu.be/BA3Wr7yZDZE

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