5777: por una esperanza de paz y prosperidad para Israel, Medio Oriente y la humanidad

28 septiembre, 2016

Isac Gliksberg, Montevideo
Tras el muy importante y pacifista discurso pronunciado en la Asamblea General de las Naciones Unidas del Primer Ministro israelí Biniamín Netanyahu, han aparecido alrededor del Campus Berkeley de la famosa Universidad de California, una serie de posters y pancartas de claro contenido antisemita, antisionista y antiisraelí, que se suman a la ola de antisemitismo que, desgraciadamente, se está viviendo en distintos lugares del planeta.
Una ola de antisemitismo que, cuesta creerlo, se está pareciendo cada vez más a la que surgió en Europa en la década de los años treinta con el surgimiento del fascismo y del nazismo. Y que culminó, como bien sabe el lector, con la Segunda Guerra Mundial, trágica para la humanidad y, muy especialmente, para el pueblo judío de Europa.
Se podrá decir, por parte de los lectores que esta ola antisemita no culminará como las anteriores, y eso es, en parte, muy cierto porque, sin ninguna duda, ya no podrá haber campos de concentración para judíos prisioneros, ni campos de exterminio, ni cámaras de gases ni cualquiera de los otros brutales métodos que utilizó el nazismo para intentar liquidar a un pueblo pero, aún así, la nueva ola antisemita y anti israelí, se caracteriza por un indeseable e incomprensible terrorismo.
Hay quienes sostienen que, todos los musulmanes son terroristas. Personalmente, no creo que así sea. Lo que sí se evidencia en cada ataque contra instituciones y ciudadanos civiles es que, en la mayoría de los casos, por no señalar que en la totalidad de los casos hasta ahora registrados, los terroristas, vienen siendo musulmanes.
Lamentablemente y dolorosamente, es así.
Volviendo al tema del discurso del primer ministro, un discurso donde el alto gobernante israelí proclama a todos los vientos su intención personal y la de su país de lograr una solución final pacífica en el Medio Oriente, particularmente, con sus vecinos palestinos en particular y con aquellos países árabes que Israel no ha logrado aún un Acuerdo de Paz.
Parecería que, Israel no logra, a esta altura de los acontecimientos, y no obstante todos los costos humanos y materiales y todos los esfuerzos por lograr una paz duradera y permanente con sus vecinos árabes y palestinos.
Es que la consigna para los países y grupos hostiles a Israel es borrar a Israel del mapa. Así de claro y de sencillo.
Todo evidencia que, a Hezbollah no le interesa mucho la creación de un Estado Palestino independiente y soberano conviviendo al lado del Estado judío.
Lo mismo vale para la cúpula dirigente de Hamás que gobierna en Gaza y, si deseara realmente crear un Estado Palestino, ya hace mucho tiempo que habría tenido que aceptar las propuestas de Israel para lograr la creación de un Estado Palestino independiente y soberano.
Lo que ocurre, en ambos casos, es que el objetivo es borrar al Estado de Israel, como lo han manifestado reiteradamente, del mapa político del Medio Oriente.
En la actualidad, Israel es el único país del planeta acosado por una amenaza de destrucción y exterminio total.
Y a siete décadas de su existencia como país independiente, Israel es la única Nación en conflicto, en todo el planeta, que continúa atrayendo inmigración y que sigue modernizando su territorio, creando nuevas instituciones educativas, nuevos museos, nuevas plazas deportivas y culturales, etcétera.
¿Por qué razón quieren hacer desaparecer a Israel del mapa mundial? Es que Israel representa a occidente y a la modernidad en el Medio Oriente en particular, y en el planeta todo en general.
Israel es un Estado del Medio Oriente que, mantiene un régimen democrático, en contraposición a los regímenes medievales existentes en Gaza, Cisjordania y otros países árabes. Donde los hombres árabes votan y son electos para cargos públicos representativos, donde las mujeres votan y son electas también para cargos de significación.
Pero además, Israel es un Estado de Derecho, de Justicia independiente, de elecciones, de investigación científica, de una prensa amplia e independiente, de alternancia en los puestos de gobierno, de total y absoluta libertad de expresión, de total libertad religiosa y de total tolerancia racial.
Todo esto no existe en la gran mayoría del mundo musulmán, que conserva aún prácticas de vida medievales y no modernas.
Israel representa, justamente, la modernidad en el Medio Oriente y, por eso, según sus enemigos, hay que borrarlo del mapa. A la Nación y al pueblo de Israel.
En estos días se inicia un nuevo año judío.
Deseemos al pueblo judío todo y al pueblo de Israel, a sus gobernantes y a todos sus habitantes sin excepción el logro de una paz duradera y sostenida por el bien de todo el Medio Oriente, que los padres no tengan más que sepultar a sus hijos asesinados vilmente o muertos en combate en defensa de Eretz Israel y que, en el nuevo año judío, los líderes y gobernantes de la región estén a la altura de la visión que sus pueblos y sus ciudadanos esperan y merecen.
¡Que tengamos todos un año 5777 pleno de paz y de prosperidad y que en el Iom Kipur que se avecina seamos, todos los que deseamos la paz, inscriptos en el libro de la vida!
¡SHANÁ TOVÁ UMETUKÁ!

Compartir
6 thoughts on “5777: por una esperanza de paz y prosperidad para Israel, Medio Oriente y la humanidad”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.