Alrededor de 20.000 israelíes y refugiados se reunieron en el sur de Tel Aviv para protestar contra la política gubernamental de deportación y el encarcelamiento de los solicitantes de asilo. Fue una marcha masiva en la que además la población local se entremezcló con los solicitantes de asilo, recibiendo incluso apoyo de parte de la población del sur de Tel Aviv, que se caracteriza por exigir la deportación de los migrantes, concentrados en ese barrio.
Los manifestantes portaban carteles con leyendas que señalaban “No a la deportación”, “Todos somos humanos”.
Un solicitante de asilo explica que ellos no pidieron vivir en Tel Aviv, cuando los refugiados llegaban desde la frontera con Egipto a Israel, les entregaban un boleto de ida a la Estación Central de autobuses en Tel Aviv, además aclara que, todos son víctimas de las circunstancias tanto los solicitantes de asilo como los viejos residentes de la ciudad.
Durante los últimos días, Israel comenzó a encarcelar a ciudadanos de países africanos por negarse a abandonar el país por cuenta propia. El día martes todos los solicitantes de asilo llevados al centro de detención de Holot comenzaron una huelga de hambre en respuesta a la medida de fuerza. Siete eritreos que estaban alojados en estas dependencias fueron convocados a audiencias previas a la partida. Cuando se negaron a abandonar el país fueron transportados inmediatamente a la prisión de Saharonim.
Dos hombres fueron torturados en la Península de Sinaí en Egipto cuando estaban en camino hacia Israel, pero también sus solicitudes fueron denegadas. De acuerdo a las nuevas reglas emitidas por la Autoridad de Población, Inmigración y Fronteras del Ministerio del Interior, ellos serán retenidos en Saharonim indefinidamente a menos que cambien de idea. Cientos de solicitantes de asilo marcharon de Holot a Saharonim el jueves en protesta por las políticas del gobierno.
El Estado de Israel tiene el derecho y la obligación de velar por el interés general de la nación.
Dicho interés no incluye convertirnos en un polo de atracción mundial para todos los africanos que no alcanzaron a llegar a Europa.
El artículo de Aurora abusa del término ‘deportar’ que significa desterrar a alguien de su país de origen, cuando en realidad lo que se hace es REPATRIAR, devolver a los individuos a su país de origen porque no tienen permiso de residencia, ni temporario ni permanente.
Creo que no hay limitaciones territoriales, laborales o sociales que justifiquen enviar a personas indefensas, entre ellas más de 10 mil niños, a una muerte segura. No se habla de abrir las fronteras a una migración masiva. Sólo se trata de no expulsar a quienes ya se encuentran en Israel. Las fronteras ya están cerradas y no hay riesgo alguno para el desarrollo demográfico, ni para los mercados laborales.
Alguna vez, nuestros padres y abuelos sufrieron exactamente la misma situación y nos llenamos la boca de condenas a quienes nos cerraron sus puertas. Memoria y Coherencia. Nada más
Muchas de estas personas son traidas a Israel con fines laborales, por la propia Corte Suprema de Justicia que anio tras anio designa un Fiscal Laboral, para traer gente a realizar los trabajos que los Israilies no quieren realizar. Y luego se olvidan de ellos como si nada, y estas personas quedan a la deriva sin saber a quien recurrir cuando se les termina la Visa Laboral.
No hay que mezclar a los infiltrados ilegales con los de visa temporaria de trabajo. Son dos cosas completamente distintas.
Israel no los envía a une muerte segura, eso es una mentira que ellos inventan para que no los devuelvan porque estan enterados que la ley prohibe devolverlos si sus vidas correrían peligro en su país de origen.
Europa repatría ilegales a Africa todos los días.
En el último reporte de los servicios de migración de la UE que se investigó en Africa durante más de un mes, se corroboró que los ilegales que alegaron que sus vidas correrían peligro si se los repatriaba habían mentido para impedir que los devuelvan.