Para la festividad de Pésaj, son muchas las personas que se van de vacaciones o viajan a o desde Israel para visitar a sus familias. En ese marco, varias aerolíneas internacionales importantes suspendieron nuevamente sus operaciones hacia Tel Aviv, dejando a miles de israelíes atrapados en el país y a otros pasajeros varados en el extranjero.
La decisión de las aerolíneas tuvo que ver con la escalada del conflicto con Irán, y las amenazas de seguridad en el espacio aéreo de la región. Esto generó caos en el Aeropuerto Ben Gurión, con pocas opciones de vuelo y precios de billetes extremadamente altos.
Las compañías aéreas que suspendieron vuelos fueron Lufthansa, KLM y United Airlines, entre otras. Se cree que unas 50.000 personas en Israel han tenido sus vuelos cancelados en los últimos días.
Mark Feldman, CEO de Ziontours Jerusalem explicó que se trataba de una “decisión empresarial muy pobre y no racional, quedarse fuera por temor a un ataque de represalia más amplio por parte de Israel tras el ataque de Irán, que nunca se materializó».
Los precios de los billetes de avión hacia y desde Israel se han más que duplicado en los últimos meses debido a la excesiva demanda y a la escasez de vuelos. Según la Autoridad de Aeropuertos de Israel (IAA), de más de 150 aerolíneas extranjeras que volaban a Israel antes del estallido de la guerra, sólo alrededor de 45 han reanudado algunas de sus operaciones hacia y desde Israel.