Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura , en 2021 se cultivaron 770 millones de toneladas de trigo en 220 millones de hectáreas. Según indican los expertos, el óxido nitroso (N2O) que se emite a partir de las agricultura del trigo es 265 más dañino ecológicamente que el dióxido de carbono (CO2).
A partir de esto, Save Foods, una empresa de agritech israelí, creó Nitrousink, una nueva organización que se dedica al desarrollo de tratamientos no tóxicos para proteger frutas y verduras frescas contra el deterioro microbiano y patógenos transmitidos por alimentos.
Recientemente, Nitrousink creó unas bacterias que son capaces de disminuir el óxido nitroso (N2O) emitido durante la producción de trigo. La startup utiliza dos especies de bacterias originarias de las raíces de trigo. Una de ellas se activa en condiciones de oxígeno y reduce las emisiones en un 44%, mientras que la otra reduce las emisiones en un 39% en condiciones de falta de oxígeno.
Actualmente, la startup está llevando a cabo un ensayo controlado en invernaderos para investigar maneras de optimizar la eficacia de su solución.
Dror Minz, científico del Instituto Volcani, detrás de la investigación que llevó a este descubrimiento, explicó que su misión “consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y remodelar la agricultura en una práctica más sostenible y respetuosa con el medio ambiente”.