Temple Beth Am, un barrio judío de Pico-Robertson de Los Ángeles, organizó un evento llamado “Mitzvah Mania”. El mismo se basó en un espectáculo único con peleadores judíos. Se vincula con otro evento que tuvo lugar el fin de semana: “WrestleMania”, que se hace anualmente y maneja la WWE, la serie de lucha libre profesional más grande del país.
“Mitzvah Mania” abrirá nuevos caminos para la sinagoga con 900 familias miembros que poseen una programación más tradicional. “Estamos tratando de hacer algo diferente que las sinagogas no hayan visto antes”, dijo Ari Fife, director de programación y compromiso de la sinagoga.
El espectáculo, el primero de este estilo, incluyó seis combates, cinco de los cuales contaron con luchadores judíos que son profesionales y uno con árbitro judío. “Ciertamente en Estados Unidos, esta es la primera vez que ha habido representación en todos los partidos de la cartelera, judíamente”, afirmó Jeremy Fine, un rabino del área de Chicago que planeó el evento.
La historia de fondo inició hace siete años, cuando Fine fue a su primer espectáculo de lucha libre independiente y vio a Cabana, un compañero nativo de Deerfield, Illinois. Fine vivía en Marruecos y recordó haberles dicho a algunos de sus feligreses sobre el programa.
“Fueron muy persistentes”, añadió Fine. “Lo hicimos, y fue un gran éxito. Y para nuestro segundo show, se agotaron las entradas en una tormenta de nieve de Minnesota un miércoles por la noche”.
Por último, Fine se acercó al barrio para vincularlo con “WrestleMania” que rota su locación y este año se hizo en el cercano estadio SoFi. Cuando convenció que el deporte no era violento, le aprobaron su gran idea. Por eso, obtuvo una subvención de la Fundación de la Comunidad Judía de la ciudad para organizar el evento.